MITOS SOBRE LA ALIMENTACIÓN PARA DEPORTISTAS
Quienes practican deportes suelen tener dudas sobre qué comer antes, durante y después de cada ejercicio. Entre las recetas que se recomiendan como complemento para los entrenamientos, existen distintas creencias que pueden resultar inadecuadas.
Quienes practican deportes suelen tener dudas sobre qué comer antes, durante y después de cada ejercicio. Entre las recetas que se recomiendan como complemento para los entrenamientos, existen distintas creencias que pueden resultar inadecuadas.
Mito 1:
existe una dieta perfecta
Realidad:
en la parte de la nutrición se trata de buscar la receta milagrosa, el
nutriente milagroso o el suplemento milagroso que nos haga mejorar el
rendimiento, pero lo que necesita el deportista es conocerse mucho más para
entender qué alimentos le funcionan mejor en cada momento y en cada situación.
Mito 2:
se deben consumir proteínas luego del ejercicio
Realidad:
a pesar de que muchos pueden pensar que es así, no es una práctica que se
recomiende, más allá de las necesidades proteicas de cada individuo. Las
células del cuerpo tienen una mayor capacidad de asimilar nutrientes post
ejercicio, pero la recomendación es que se debe suplementar durante todo el día
un aporte de proteínas controlado y sostenido. Los individuos presentan
distintos niveles de tolerancia a las proteínas, lo cual depende no solo del
aspecto genético sino también del tipo de ejercicio y su intensidad.
Mito 3:
la dieta debe ser rica en pasta y otros carbohidratos
Realidad:
varias investigaciones comprueban que el consumo aumentado de carbohidratos no
tiene efecto en el rendimiento cuando el entrenamiento dura menos de 90
minutos. Esto es debido a que en las sesiones de ejercicio cortas y de poca
intensidad los niveles de glucógeno muscular no se agotan totalmente. En
sesiones mayores a los 90 minutos este glucógeno se consume totalmente y allí
sí serán útiles los carbohidratos.
Mito 4:
cualquier bebida energética sirve
Realidad:
existen muchas diferencias entre estos productos que hacen que sean más o menos
efectivos para determinado deporte o individuo. Lo cierto es que el único
líquido realmente necesario para quienes practican deporte en forma moderada es
el agua. La etiqueta nutricional permite identificar qué es lo que contienen
cada bebida y saber para qué es mejor. Algunas tienen más hidrato de carbono,
otras con más proteínas, otras con más vitaminas o minerales.
Mito 5:
las grasas son malas para el organismo
Las
grasas se consideran dañinas para la figura y la salud en general, pero no es
precisamente así. Sin grasas el metabolismo sano es simplemente imposible. Sin
esos elementos, no se absorben las vitaminas A y E, y prácticamente dejan de
producirse las hormonas sexuales. La deficiencia de grasas provoca el
envejecimiento prematuro de la piel y afecta el hígado. Por lo tanto, el
aceite, especialmente vegetal, se debe limitar pero no rechazarlo por completo.
Es mejor comer menos alimentos que contienen grasas ocultas y no siempre
saludables: embutidos, mayonesa, galletas, pasteles.
Mito 6:
se puede comer de todo
Realidad:
existe mucha desinformación respecto al tema de la nutrición, lo que lleva a
que aparezcan mitos. Lo cierto es que al final es el propio deportista el que
tiene que saber cómo funciona su cuerpo. No hay alimentos milagrosos que te van
hacer mejorar el rendimiento ni adelgazar, sino que hay buenos hábitos y malos
hábitos.
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