Con el respaldo de Alemania y Francia, Estados Unidos lanzó misiles contra una base aérea en Siria, en respuesta al uso de armas químicas, por parte del gobierno de Bashar Al Assad, mientras en la ONU siguen disertando.
La primera orden militar de Donald Trump se da luego de que Bashar Al Assad bombardeara con armas químicas una localidad al norte del país que preside. "Toda la responsabilidad, si hay una acción, estará sobre los hombros de aquellos que la inicien", advirtieron desde Rusia a Siria.
Fuerzas militares de Estados Unidos lanzaron este jueves decenas de misiles crucero contra un aeródromo en Siria, lo que supone el primer ataque directo estadounidense contra el Gobierno del presidente Bashar Al Assad desde que comenzó la guerra civil en ese país.
El ataque por parte de Estados Unidos se produjo después de que este miércoles tuviera lugar un bombardeo con armas químicas en una localidad al norte de Siria, en el que fallecieron más de 80 civiles.
Decenas de misiles Tomahawk fueron disparados contra la base aérea de Shayrat, en la ciudad siria de Homs, desde la que el Gobierno estadounidense cree que partieron las aeronaves que ejecutaron los ataques aéreos de la víspera.
El gobierno de Donald Trump tomó medidas de forma unilateral contra el gobierno sirio, por el uso de armas químicas, pese a las conversaciones que se están llevando a cabo en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas.
Hay que pensar en las consecuencias negativas. Toda la responsabilidad, si hay una acción militar, estará sobre los hombros de aquellos que la inicien, dijo a los periodistas el embajador ruso ante la ONU, Vladimir Safronkov, refiriéndose a la responsabilidad de Siria.
En Naciones Unidas, los miembros del Consejo de Seguridad siguen negociando una resolución en respuesta al ataque químico, pero Siria comenzó con estos brutales ataques con armas químicas, en los que torturan civiles hasta la muerte, con un odio fundamentalista imparable. Razón por la cual Trump tomó la decisión de poner fin a esta barbarie que tiene en vilo a toda la humanidad, ya que las armas químicas se propagan y expanden masivamente en el planeta matando despiadadamente poblaciones enteras.
Esta es la primera orden militar de Trump para hacer uso de la fuerza desde que asumió como presidente de los Estados Unidos, ya que otras operaciones en Siria, Yemen e Irak se llevaron a cabo bajo autorización delegada a sus comandantes.
George Bush, el portaaviones del que salieron los misiles lanzados a Siria
El USS George H. W. Bush toma el nombre del 41° presidente de Estados Unidos y entró en servicio el 10 de enero de 2009. De él fueron lanzados 59 misiles Tomahawk que impactaron en una base siria.
Estados Unidos lanzó un masivo bombardeo contra objetivos en Siria, con por lo menos 59 misiles, en respuesta a un ataque con armas químicas por el que responsabilizó al líder sirio Bashar Al-Assad.
Una fuente del Pentágono informó que 59 misiles Tomahawk fueron lanzados contra la base aérea de Shayrat, desde donde Estados Unidos desmanteló el ataque con arma química que el líder fundamentalista sirio tenía programado.
Uno de los portaaviones utilizados para el ataque fue el USS George H. W. Bush (CVN-77). Es el décimo y último buque de la Clase Nimitz, y toma el nombre del 41° presidente de los Estados Unidos, George H. W. Bush, quien además fue aviador naval durante la Segunda Guerra Mundial.
El portaaviones fue encargado en 2001 y entró en servicio el 10 de enero de 2009. Hasta la entrada del USS Gerald R. Ford (CVN-78) de la clase Gerald R. Ford (actualmente en fase de pruebas) el USS George H. W Bush era el portaaviones más moderno de la Marina de Estados Unidos. Trump, en conferencia de prensa manifestó su irrevocable decisión de terminar con el uso de armas químicas, las cuales han sido prohibidas en tratados internacionales ante conflictos bélicos, también sostuvo que no va a permitir que se torturen y asesinen civiles, niños, como ha pasado en Siria con el uso de armas químicas y pidió el respaldo de todos los países civilizados para enfrentar este intento de masacre masivo, operado por fundamentalistas.
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