Buscan cambiar la fecha del Día del Padre

El Senado aprobó un proyecto de ley que establece el 24 de agosto de cada año como Día del Padre, en honor a la fecha en la que el General José de San Martín se convirtió en tal. Se activó una trifulca comercial debido a que la celebración quedaría pegada al Día del Niño.

La iniciativa partió de Julio Cobos (UCR), aunque también presentaron textos propios -luego unificados- Anabel Fernández Sagasti (ambos, de Mendoza) y el gremialista petrolero Guillermo Pereyra (Neuquén).

En 1966, el entonces presidente norteamericano Lyndon Johnson firmó una proclamación que declaraba el tercer domingo de junio como día del padre en Estados Unidos. En la Argentina esa conmemoración fue, hasta 1958, el 24 de agosto. Después se modificó esa fecha por un dudoso olvido.

La iniciativa que avaló este jueves el Senado plantea que la conmemoración de la fecha instituida se celebrará cuando la misma coincida con el día domingo o, en su defecto, el domingo posterior de cada año calendario.

Además impone que la autoridad de aplicación que determine el Poder Ejecutivo Nacional y las autoridades educativas de las distintas jurisdicciones acordarán la inclusión en los respectivos calendarios escolares y oficiales de jornadas alusivas al Día del Padre (...) tendientes a homenajear la memoria y reconocer al General José de San Martín como padre de la patria.


En los fundamentos de su proyecto -no del dictamen aprobado ayer-, Pereyra destacó: Consideramos importante que no se sobrepongan intereses comerciales a los auténticos valores de nuestra patria, sustituyéndolos por un mero afán consumista promovido por quienes necesitan fijar un día de algo o alguien para obligar a la gente a comprar.

Al término de la sesión, Cobos aseguró: En nuestro país se celebra el Día del Padre el tercer domingo de junio. Ese día se rinde homenaje al padre norteamericano John Bruce Dodd, quien había criado él solo a nueve hijos. Queremos cambiar y recuperar la tradición de festejar el día de padre en honor al General San Martín. La polémica está desatada, y lo que surge es la sorprendente preocupación patriótica de quienes operan de forma permanente en contra de los intereses de la patria, y pretenden maquillar con cosmética de baja calidad su mediocre labor en el Congreso. La grave situación de la Argentina con respecto a la Economía y la Seguridad, los Derechos Humanos y la ausencia de Política, reemplazada por reglas gerenciales es lo central, pero parece que estas personas que ocupan bancas, mal elegidas, por cierto, solo intentan justificar sus abultados sueldos, en las pocas veces que asisten a trabajar, con proyectos de Ley insólitos, en un país que se está cayendo a pedazos con más de 43 millones de argentinos dentro.

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