Se trata del mayor sismo registrado en los últimos cien años en México. Tuvo 400 réplicas, una de 7,1 grados este viernes por la tarde.

Un poderoso terremoto de 8,2 grados sacudió el sur de México y dejó, hasta el momento, al menos, 60 muertos, más de 200 heridos y unos 3500 damnificados, en lo que fue calificado como el mayor sismo registrado en los últimos cien años en ese país.

El movimiento telúrico dejó además cuantiosos daños materiales y amenazas de tsunamis que pusieron en alerta a varios países de la región.

El estado de Oaxaca, en el sur, es hasta ahora el más afectado, con 25 personas fallecidas, de acuerdo con José Calzada, secretario de agricultura mexicano que se desplazó a esa región como representante del gobierno federal.

Al menos 17 de las víctimas fallecieron en la localidad de Juchitán, sureste de Oaxaca, según declaró previamente a la televisión local el gobernador Alejandro Murat.

El vecino estado de Chiapas, en cuya costa fue el epicentro, reportó siete muertos. Además, hay tres fallecidos en Tabasco, también en el sur, y las autoridades advierten que este número puede aumentar en las próximas horas.

Onelia Guerra, una residente de Oaxaca que al momento del temblor estaba en Ciudad de México, se dijo ansiosa de volver a casa, mientras esperaba abordar un vuelo desde el aeropuerto de la capital.

Se cayó una baranda de la casa, se rompieron cristales, cosas materiales se perdieron, y mis vecinos me dijeron que desalojaron todo porque estamos demasiado cerca de la costa, relató la enfermera de 51 años, quien vive en la comunidad de Salina Cruz, muy cerca de Juchitán.

El terremoto es el mayor registrado en el país en los últimos 100 años, dijo el presidente mexicano, Enrique Peña Nieto, en un mensaje televisivo momentos después del movimiento telúrico.

El sismo ocurrió a las 23.49, hora local del jueves, cerca de la localidad de Tonalá (Chiapas), a unos 100 km de la costa, a una profundidad de 19 km.

El pánico se apoderó, de norte a sur, de gran parte de los 120 millones de habitantes del país. Muchos salieron a las calles en pijamas, cargando a sus hijos o a sus mascotas.

De momento, en los estados del centro del país y en Ciudad de México, una megalópolis con 20 millones de habitantes, no se registraron mayores daños materiales ni se reportaron víctimas.

Las autoridades alertaron sobre una posible réplica superior a 7 en las próximas horas. México está amenazado además por el huracán Katia, de categoría 2, que avanza este viernes por el Golfo de México hacia el estado de Veracruz, en una terrible semana en la que otros dos ciclones, Irma y José, también cruzan el mar Caribe con una estela de muertos y graves daños materiales.

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