Los amantes de felinos y perros insisten por igual en que su mascota tiene rasgos diferenciados que los identifican como más inteligetes, pero la ciencia ofrece la respuesta final.

Un estudio de la Universidad Vanderbilt de Tennessee, Estados Unidos, rompió de una vez por todas, la vieja creencia de que los gatos son más inteligentes que los perros: son los más ágiles para las fechorías, pero no los más eficientes para pensar.

En realidad, el cerebro de los perros tiene una cantidad superior de neuronas asociadas al pensamiento y la planificación con respecto a los gatos, informó el sitio Frontiers in Neuroanatomy.

Los investigadores analizaron la corteza cerebral de ocho animales carnívoros: el hurón, la mangosta, el mapache, el gato, el perro, la hiena, el león y el oso pardo. El objetivo era conocer la relación entre los tamaños de los cerebros y sus capacidades mentales.

En conclusión, los perros tienen alrededor de 530 millones de neuronas corticales, cuya actividad está vinculada al pensamiento, la percepción y el movimiento voluntario. Los gatos, en cambio, tienen alrededor de 250 millones.

Los gatos tienen menos neuronas que los perros, pero, por ahí las usan mejor.

Pero los humanos, con sus 16.000 millones de neuronas corticales, los aman y consienten con fervor y por igual.

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