Por Redacción a.Ar
De adelante para atrás. 44 marinos muertos, Rafael Nahuel, Santiago Maldonado, los presos políticos en Jujuy que “aparecieron ahorcados”. Estos fueron los casos que se visibilizaron públicamente. Pero hay muchos más. Ocultos por una Justicia comprada y vendida a los espurios intereses de una cúpula de gobierno que logró el poder mediante engaño y estafa electoral.
Ante semejante barbarie institucional y con una economía destrozada y en favor del FMI, Macri se lanzó a la cacería humana. Pretendiendo, con encarcelamientos ilegales y causas inútiles, entretener a una sociedad que aun no puede salir del asombro y que no puede tener paz, desde aquel momento en que votó a Cambiemos, en 2015.
Esta cúpula de gobierno reúne 1.200 causas penales cajoneadas por jueces corruptos como Bonadío, tiene además sendas cuentas y empresas fantasmas en paraísos fiscales, devenidos de siderales sumas, con las que endeudaron a la Argentina por 100 años.
Lo cierto es que hoy, nuevamente, salió al ataque para no dar explicaciones de lo sucedido con el submarino ARA San Juan, episodio en el cual se perdieron 44 vidas, en el cual la Argentina perdió a 44 compatriotas. Pero Macri no puede dar explicaciones. Y los rumores de maniobras conjuntas en la que participaron fuerzas inglesas crece, entonces, Macri sale a atacar y desviar la atención.
Todas y cada una de estas denuncias y detenciones van a caer indefectiblemente, por carecer de todo sustento jurídico, como lo explicó claramente en su cuenta de Facebook el abogado Gregorio Dalbón, pero es también, el tiempo necesario para Macri, en función de lograr imponer la flexibilización laboral, previsional e impositiva, y de esta manera someter a todos los argentinos, no pertenecientes a su cofradía, a vivir en estado de zozobra o a subsistir, en el mejor de los casos.
Macri es un delincuente y toda su camarilla sigue ese orden. La equivocación de un pueblo puede acarrear 100 años de atraso en una nación, y como en este caso, con el agregado de permanecer 100 años endeudados. Es el momento de reconocer la equivocación, y hacerlo saber públicamente en defensa propia y en defensa de las nuevas generaciones, que pagarán el error, el grave error cometido. Macri no representa a este pueblo ni en lo más mínimo, solo representa sus propios intereses y los intereses financieros internacionales. Convirtió a esta nación en un país de timba financiera y cercenó la libertad individual de cada ciudadano. Revocar el poder conferido es parte del poder que tiene un pueblo, solamente hay que ejercerlo.
De adelante para atrás. 44 marinos muertos, Rafael Nahuel, Santiago Maldonado, los presos políticos en Jujuy que “aparecieron ahorcados”. Estos fueron los casos que se visibilizaron públicamente. Pero hay muchos más. Ocultos por una Justicia comprada y vendida a los espurios intereses de una cúpula de gobierno que logró el poder mediante engaño y estafa electoral.
Ante semejante barbarie institucional y con una economía destrozada y en favor del FMI, Macri se lanzó a la cacería humana. Pretendiendo, con encarcelamientos ilegales y causas inútiles, entretener a una sociedad que aun no puede salir del asombro y que no puede tener paz, desde aquel momento en que votó a Cambiemos, en 2015.
Esta cúpula de gobierno reúne 1.200 causas penales cajoneadas por jueces corruptos como Bonadío, tiene además sendas cuentas y empresas fantasmas en paraísos fiscales, devenidos de siderales sumas, con las que endeudaron a la Argentina por 100 años.
Lo cierto es que hoy, nuevamente, salió al ataque para no dar explicaciones de lo sucedido con el submarino ARA San Juan, episodio en el cual se perdieron 44 vidas, en el cual la Argentina perdió a 44 compatriotas. Pero Macri no puede dar explicaciones. Y los rumores de maniobras conjuntas en la que participaron fuerzas inglesas crece, entonces, Macri sale a atacar y desviar la atención.
Todas y cada una de estas denuncias y detenciones van a caer indefectiblemente, por carecer de todo sustento jurídico, como lo explicó claramente en su cuenta de Facebook el abogado Gregorio Dalbón, pero es también, el tiempo necesario para Macri, en función de lograr imponer la flexibilización laboral, previsional e impositiva, y de esta manera someter a todos los argentinos, no pertenecientes a su cofradía, a vivir en estado de zozobra o a subsistir, en el mejor de los casos.
Macri es un delincuente y toda su camarilla sigue ese orden. La equivocación de un pueblo puede acarrear 100 años de atraso en una nación, y como en este caso, con el agregado de permanecer 100 años endeudados. Es el momento de reconocer la equivocación, y hacerlo saber públicamente en defensa propia y en defensa de las nuevas generaciones, que pagarán el error, el grave error cometido. Macri no representa a este pueblo ni en lo más mínimo, solo representa sus propios intereses y los intereses financieros internacionales. Convirtió a esta nación en un país de timba financiera y cercenó la libertad individual de cada ciudadano. Revocar el poder conferido es parte del poder que tiene un pueblo, solamente hay que ejercerlo.
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