Ruidazo nacional contra el saqueo en las tarifas y la grave inflación
El gobierno de Macri quedó al descubierto de todas y cada una de las mentiras de campaña, en las que, con mirada despectiva, sostenía lo fácil que para él era, bajar la inflación, dar 1 millón de viviendas y generar empleo. Pues NO. Hizo todo lo contrario, benefició a sus pocos amigos y los enriqueció, sometiendo a más de 43 millones de argentinos en el trámite.
Ley de causa y efecto:
Miles
de vecinos de la ciudad de Buenos Aires y de las principales ciudades
del país salieron a las calles este miércoles desde las 20 para protestar
contra los tarifazos que aplica el gobierno de Macri en los servicios públicos más esenciales. Los que no lo votaron, sumando a los que lo votaron, quienes también salieron a cantarle #MMLPQTP.
Desde el inicio del gobierno de Cambiemos el gas aumentó más del 1.300%, el agua un 1.000% y la luz más de 1.500%.
Además el gobierno de Macri no logra contener la inflación,
que en apenas tres meses aumentó un 6,7%, y se prevé que subirá otro
2,5% en abril.
Mientras tanto, desde la Rosada insisten en sostener que la pauta inflacionaria es del 15% para todo el año, obviamente para imponer como techo un porcentaje ridículo en las discusiones paritarias.
Podemos citar que en Caballito, Almagro, Boedo, Villa Crespo se registraron y aun se registran las
concentraciones más numerosas.
En provincia de Buenos Aires el ruidazo
se hizo sentir con fuerza en Lomas de Zamora , Lanús, La Plata, y otras ciudades del conurbano, e incluso frente a la
Quinta de Olivos, donde también sonó el cántico dedicado a Macri..
La maniobra fraudulenta que ejerció Cambiemos hoy en el recinto de Diputados, en la cual el diputado Olmedo fue el artífice, trajo aparejado como consecuencia la reacción de la sociedad argentina, ya que esa burda operación, para evitar que se defiendan los derechos de todos, frente a los saqueos en los tarifazos, provocó la ira colectiva y definitivamente, en la calle, se encontraron los trabajadores, los comerciantes, los empresarios, y una clase media a la que se se terminó la paciencia, para exigir, como hace 17 años, que se vayan todos.
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