Trump cedió a la presión internacional y puso fin a la separación de niños y padres inmigrantes.
Tras el escándalo mundial que generaron los videos y audios de las separaciones de niños de sus padres, Trump firmó un decreto para que sean mantenidos unidos hasta sus deportaciones.
El presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, finalmente tuvo que dar marcha atrás ante
la presión internacional luego de que se filtraran videos y audios de
la escandalosa separación de niños inmigrantes de sus padres que llevan
adelante las autoridades estadounidenses.
Trump firmó este miércoles un decreto para detener las separaciones de los niños de sus padres inmigrantes cuando son detenidos en la frontera sur de los Estados Unidos.
Vamos a mantener juntas a las familias. No me gustó ver a familias separadas,
ni lo se que se siente por ello. Esto resolverá el problema", dijo el
mandatario al firmar el decreto en la Casa Blanca.
Trump, sin embargo,
aseguró que el decreto no implica el fin de su política de mano dura con la inmigración ilegal, a la que describió como una fuente del crimen y el narcotráfico.
En apenas un mes, más de 2.300 niños inmigrantes fueron separados a la fuerza de sus padres y alojados en campos de retención hasta
tanto se resuelva la deportación de sus padres. Las escandalosas
separaciones de familias son consecuencia de la política de "tolerancia
cero" que puso en marcha en abril el gobierno de Trump, y que lleva a
presentar cargos criminales contra cualquier adulto que cruza
irregularmente la frontera con México, que es separado entonces de los
niños con los que viaja ya que los niños no pueden ser detenidos pero
los adultos sí.
Trump debió dar marcha atrás a pesar de que días
atrás había advertido que "Estados Unidos no será un campo de
inmigrantes, y no será un complejo para mantener refugiados. No lo
será". Su decisión de aplicar mano dura flaqueó ante la presión
internacional que despertaron los escandalosos audios que dan cuenta del
doloroso momento de la separación de niños de sus padres.
Como de costumbre el mandatario estadounidense apeló a los
inmigrantes para convertirlos en el chivo expiatorio de los problemas de
seguridad que atraviesa el país. "Entre los inmigrantes que buscan entrar al país hay personas que pueden ser asesinos y ladrones, y muchas cosas más. Queremos un país seguro, y eso empieza en la frontera. Y así será" aseguró.
Y
siguió: "Si uno mira lo que ocurre en Europa, lo que ocurre en otros
lugares... no podemos permitir que eso ocurra en Estados Unidos. No bajo
mi mando. El gran error de Europa de permitir la entrada a millones de
personas ha cambiado su cultura de forma fuerte y violenta".
En la misma línea se pronunció la Secretaria de Seguridad Interna, Kirstjen Nielsen,
quien el martes advirtió que "no pedirá disculpas o ceder por estar
haciendo el trabajo que los estadounidenses esperan que hagamos. No se
confundan: nuestra frontera sur está en crisis. Está siendo explotada
por criminales, contrabandistas y miles de personas que no tienen
respeto por nuestras leyes".
0 Comentarios