Columna de Ana González Villar
Periodista

Es una de las frases que Macri repitió durante tres años seguidos: "Lo peor ya pasó". ¿Lo peor ya pasó?...ahora veamos:

La misma que se emparenta con las promesas de "futuro", de "la luz al final del túnel", de que vamos a ver la mejoría en "el próximo semestre" y la última promesa fue para "el año próximo".

Son como mantras que se enuncian cada vez que plantean que "Estamos enfrentando una tormenta" o una "Turbulencia cambiaria". El presidente se presenta a sí mismo como el tripulante y al país como un vehículo que depende de condiciones naturales o externas de las que nunca, el modelo político y económico al que nos someten, es el responsable de su lento y constante hundimiento.

Nos infantiliza como interlocutores pidiéndonos que debemos "madurar", que "seamos inteligentes", que hay que ser "solidarios" y, como si faltara sarcasmo, niega nuestra triste historia reciente y nos advierte que "el FMI no es el cuco". Montado a su caballito de batalla: "tenemos graves problemas que nos dejaron en las décadas pasadas", se dedicaron a ajustar, desindustrializar y endeudar el país.

Cuándo creíamos que ya habían avanzado lo suficiente nos hicieron caer en la cuenta que el saqueo recién empezaba y anunciaron, sin ponerse colorados, que hasta ahora habían elegido "el cambio con gradualismo" y que esta etapa se había terminado. Mienten y lo único bueno que han podido esbozar fue el "crecimiento invisible" que pareciera, como la fábula del "Rey Desnudo" de Andersen, que solo lo pueden ver los que aún confían en el cambio.

Cuando la crisis no pudo disimularse más con la farsa de la Revolución de la alegría, los medios afines, tibiamente le pidieron a Macri que haga una autocrítica, dijo: "siempre fui muy positivo" y que producto de este exceso se "pusieron metas demasiados optimistas".

Mientras que se cierran fábricas, se despide gente, se congela el ingreso de trabajadores al Estado, en sus discursos, suelta cifras de aumento del trabajo registrado y dice que la desocupación está bajando. En marzo del 2016 en una conferencia de prensa dijo con respecto a los despidos que se habían suscitado en el país "Ojalá encuentren un lugar donde puedan ser felices" y refiriéndose a los despedidos de TELAM,  plantea que en la agencia había "superpoblación".

Eligen frases o palabras de amplia interpretación, descontextualizadas, vacías de contenido, sin desarrollar las implicancias que cada una tiene en la vida cotidiana. De apariencias desidiologizadas, nos dicen que hay un "camino" que acompañar, que ellos tienen "metas", "desafíos". No se sabe cuándo, solo en la acción se observa qué significan y de las consecuencias nadie se hace responsable. Arrasa con todo y nos pide que estemos "Juntos".

A la oposición política la insta a "estar unidos en el esfuerzo". Mientras tanto censuran, reprimen, persiguen y estigmatizan al que piensa distinto. Macri se muestra públicamente en familia, haciendo chistes futboleros, aparece en instagram para contar sus frívolas preferencias, oculta el odio de clase que padece y muestra falsa empatía, pretendiendo parecer gracioso, o simple, comenta que  ve todas las series en Netflix (mientras el país se cae a pedazos), que le gusta más la Rhodesia que la Tita siempre que la Rhodesia no esté húmeda, claro, un comentario digno de un chico de 5 años, no de un presidente de una nación, y máxime una nación que entró en default. 

Y con la misma sorna y tono burlesco contesta a las situaciones más críticas del país, las que tienen que ver con la realidad de todos los días, con la vida y el futuro de personas que van quedando al costado del camino.

Cuándo le preguntan sobre cuándo va a bajar la inflación, solo se remite a decir, como si se tratara de una aventura, que "creyó que iba a ser más simple" y “que no sabe si realmente le gusta ser presidente” ¿?.

En la última conferencia de prensa la mayoría de los medios coincidieron en las evasivas de las respuestas. Los más afines le reconocieron lo democrático del sorteo de los medios y la exposición a las preguntas. Sin embargo, todos esperaron algún anuncio. Pero Macri solo necesitaba hacer tiempo, ¿Para qué?. Porque ya el FMI se encuentra en el país y ahora el timón lo manejan ellos.


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