Por Emilio López Muntaner
Estamos acá con el Padre Paco, la idea es venir a hacerte un Mano a Mano, es una práctica que tenemos en la agencia de noticias, y queríamos tratar de profundizar el trabajo que venías realizando hace casi 14 años, pero nos gustaría, si no es inconveniente para vos, que nos cuentes cuál fue la iniciativa dentro de tu ser de haber elegido esta profesión y este compromiso social de hacerte cura y trabajar con los más humildes, por eso la primera pregunta se basa, en que nos cuentes un poco cómo surge esta necesidad en vos.
Todos somos producto de nuestra historia, yo vengo de una familia religiosa católica practicante, mi padre fue el último de 8 hermanos, el único que pudo estudiar, porque los otros tuvieron que trabajar en medio de la guerra civil española, y de alguna manera siempre me inculcaron tener una casa de puertas abiertas, y de alguna manera siempre uní la religión que la tengo desde chiquito, con el tema de la justicia social, de eso me di cuenta desde joven, y en España me ayudó mucho el movimiento de los Scouts, y sobre todo un dirigente que me abrió mucho la cabeza para ser crítico y pensar, cuando surge la ocasión sacerdotal, lo que tenía en claro era que yo quería ser cura no sólo para trabajar sino para vivir con los más pobres, y eso es lo que siempre busqué, quería ir a centro américa en un momento, de seminarista hinchaba tanto que me ofrecieron venir a Argentina y dije “vamos”, un poco de ahí nace mi compromiso cristiano o mi deseo de ser cura nace vinculado a trabajar con los pobres.
Vos naciste en España..
Yo nací en España, en Málaga, al sur de España, con 23 años vine a la Argentina, de acá fui a otros países de América Latina como Paraguay, Uruguay, México, Colombia, Haití, pero siempre he salido uno o dos años y he vuelto para acá, llevo 29 años en América Latina de los cuales 23, en la Argentina.
¿Tenías alguna idea de América Latina cuando estabas en España? ¿Es lo que te imaginabas?
A ver, venían curas que hacían el ministerio en Centroamérica y te contaban las batallitas -en el buen sentido-, todavía era una época absolutamente convulsionada en Centroamérica y mi sueño era compartir esa vida, los refugiados, las guerrillas, etc., en concreto no conocía mucho la realidad de Sudamérica, aunque recuerdo que la primera vez que escuché hablar de la guerra de las Malvinas, fue a este dirigente Scout que me dice que esa guerra la hicieron los dictadores para mantenerse en el poder, pero en concreto lo que es la vida de Argentina, la palabra Perón, Evita las conocí acá, además vine bastante joven con 23 años.
Ahí vemos en las paredes de tu casa algunas fotos en donde hacés trabajo solidario con aborígenes de Colombia, ¿Cómo llegaste a Colombia?¿Cómo fue tu idea de realizar ese trabajo?
Soy sacerdote pero tengo la carrera de enfermero profesional, de hecho he trabajado bastantes años como enfermero profesional para ganarme la vida, una especie de cura enfermero y en un momento se dio la oportunidad de ir con la ONG Médicos del Mundo Francia a la selva Colombiana, yo fui como Cura y como enfermero dentro de un programa que era de atención a las víctimas del conflicto armado, era una zona deajo de Panamá, una zona de selva que siempre había sido una zona de la guerrilla y la toman los paramilitares, entonces había desplazamientos forzosos, era como comenzar en medio de la selva como cuando acá empezamos un asentamiento, empezar de cero en una selva, como no podían atenderse en los centros de salud, que quedaban en zonas de ríos, ellos vivían en las cabeceras de los ríos y los pueblos más importantes estaban acercándose a los ríos más grandes y nosotros estábamos atendiendo allá, la verdad que fue una experiencia muy interesante y muy fuerte también, muy fuerte ver como hoy lo que decimos de lo que fue el genocidio de las comunidades indígenas y negras, como sigue pasando y como siguen siendo los más pobres y los más relegados de América Latina.
De qué año estamos hablando?
Aproximadamente en 2003, yo llevo 12 años acá en la Isla Maciel y vine de Colombia
Es una época en donde en todo América Latina se empiezan a ver resultados negativos de lo que había sido la implementación de un modelo neoliberal en toda Latinoamérica, y eso lo lograste palpar, como las economías entraban en recesión, desocupación, etc., ese hilo conductor también lo viste en Colombia, Haití, Argentina ese hilo conductor de esos modelos de exclusión
Claramente, decimos que en América Latina el problema más grande no es la pobreza sino la desigualdad, por ejemplo, nacer en Haití es prácticamente una condena de muerte, menos unos poquitos que tienen toda la riqueza de todo Haití, vas a un barrio exclusivo y por ejemplo, Puerto Madero le queda corto, estamos a 5 minutos de Puerto Madero y estamos en la Isla Maciel, que más allá que haya crecido en estos años, menos en 2016, sin embargo hay una diferencia abismal entre unos y otros, claramente sucede en américa latina, esa brecha tan grande entre ricos y pobres, como se amplía y cómo cuando la querés acercar, empiezan los problemas de muchos que sienten que les estás tocando los intereses, la avaricia está en el corazón de los seres humanos y si uno no la trabaja, si no tiene otros valores, parece que nunca alcanza, que uno siempre quiere más, y que además siempre tenés derecho a tener más por esta famosa meritocracia que nos quisieron meter al principio de la gestión de Cambiemos, “yo me lo gané con mi esfuerzo”, mentira, primero no te lo ganás con tu esfuerzo porque hay condiciones que permiten que uno salga o no adelante, pero además me parece desde una visión cristiana y humana, es muy corto quedarte en el “esto es mío, yo me lo merezco, el resto que se arregle la vida”.
Cuando llegaste a América Latina, y empezaste a caminar y a transitar los diferentes países que nos contaste, ¿Cómo viste a la Iglesia Católica desde la perspectiva que tenías en Europa? ¿Viste una Iglesia comprometida o distante? ¿Lograste conocer a través de este contacto con los pobres a esa iglesia que estaba abandera por los Camilo Torres, Mujica, Angelelli, por Romero, que ahí vemos en la capilla un afiche donde aparecen como bandera de este trabajo que ustedes vienen desarrollando acá, cómo te encontraste con estos hombres y con la Iglesia Católica de América Latina?
La Iglesia Católica de américa latina tiene una tradición muy importante de opción por los pobres, de hecho acá nace la opción por los pobres, la teología de la liberación, muchos de los procesos revolucionarios de américa latina contaron con la participación activa de los cristianos, por ejemplo Romero en el Salvador, en Nicaragua tres de los ministros de la revolución sandinista eran curas, el nacimiento del Partido de los Trabajadores en Brasil tiene mucho que ver con el movimiento de los sin tierra. De hecho después del Vaticano Segundo, acá se hace una relectura del Vaticano Segundo, que en Medellín, donde se habla claramente que vivimos en una sociedad de opresión, donde se empieza a hablar de excluidos y por tanto hay quienes excluyen, donde ya no solamente es ayudar a los pobres, hay una frase que yo tengo acá de Helder Cámaras que dice: “Si doy pan a un pobre me llaman santo, si pregunto por qué no tienen pan me llaman comunista”. El manifiesto de los obispos del 3er mundo donde llaman a un socialismo cristiano y humano dicen los pobres de los pueblos y los pueblos pobres deben unirse para cambiar esta realidad, donde hablan del capitalismo como el verdadero mal que hay en este mundo, y estamos hablando del año ’64, ahora se van a cumplir 53 años, de ese manifiesto de los obispos del 3er mundo en Argentina nace el movimiento de sacerdotes para el 3er mundo y yo tengo la suerte, por eso hice este recorrido cuando llego acá, de vivir en una comunidad, yo vengo de la comunidad de los freiles domínicos españoles donde toda esa memoria se mantenía viva, entonces acá se traduce en Mujica, en su adhesión de los curas del 3er mundo al Peronismo, se traduce en una iglesia comprometida con los más pobres, por eso tenemos tantos detenidos y desaparecidos, no solamente sacerdotes y religiosos que es lo que más se conoce sino también muchos cristianos, ahora, diciendo esto, hay que reconocer que siempre fue una minoría y siempre lo vamos a seguir siendo, yo formo parte de un grupo de curas que se llama grupo de curas en opción por los pobres, seremos unos 150 en todo el país, con una militancia más activa y con un espíritu, y claramente nos representamos en la Iglesia en la Argentina, pero somos una parte de la Iglesia, también venimos de una historia de muchos años de conservadurismo en la Iglesia general, Juan Pablo II con todo lo que tenía de carismático a nivel social, a nivel religioso fue muy centralizados y casi todos los obispos que se pusieron en la época Juan Pablo II / Benedicto XVI fueron obispos más bien conservadores, un ejemplo es Aguer, con sus declaraciones que uno se asusta y a veces le da vergüenza ser católico escuchando determinadas declaraciones, pero también los seminaristas entraban dentro de un contexto de Iglesia, hoy con Francisco tenemos un cambio de paradigma claramente, de ahí a que eso llegue a hacerse carne en nuestra Iglesia en américa latina y Argentina no lo sé, pero por lo menos desde la conducción tenemos a alguien que conduce claramente, siempre son grupos minoritarios dentro de la Iglesia, pero américa latina hizo un gran aporte en la opción por los pobres a nivel mundial.
Año 2003, volvés a la Argentina, te encontrás con Bergoglio, ¿Qué te dijo Bergoglio?
Bueno yo quería algún lugar donde me sienta a gusto, un barrio humilde, una villa, un asentamiento donde pudiera ejercer mi labor pastoral como cura pero que no estuviera muy alejado de la villa del Bajo Flores, en la cual había sacado una posición como enfermero profesional para trabajar en las salitas que dependen del Hospital Piñero, y él me dijo “hay un lugar ideal para vos que es la Isla Maciel”, yo nunca había entrado en la Isla Maciel, la Isla Maciel no te queda de paso, venís porque trabajás acá o tenés un familiar, un amigo, pero no queda de paso, tenía lo que tiene la gente en la cabeza, imaginaba que había prostitución, las chicas por la calle, esa imagen que nos metieron de lo que es la Isla, pero cuando me dijo yo me puse feliz de la vida porque iba a ser un lugar ideal para mí, Bergoglio habló con el obispo de Avellaneda-Lanús, el obispo me recibió y hace 12 años que estoy acá.
La realidad de la Isla Maciel cuando llegaste, era la que te imaginabas? La desocupación, la prostitución, la droga…
A ver, la prostitución no, porque como yo digo “Menem lo hizo”, si acá había mucha prostitución era porque acá era un lugar lleno de fábricas, astilleros, frigoríficos, los más grandes del país, y por lo tanto había un movimiento de aproximadamente 10.000 obreros por día, y eso generó que fuera un lugar de la prostitución, pero esto era un lugar muy próspero, hasta que llegó el neoliberalismo, las fábricas cerraron, nosotros tenemos antiguas fábricas que hoy en día son galpones, donde vive la gente, hoy prácticamente queda un astillero dentro de la Isla, uno muy chiquito y bueno, también con eso se acabó la prostitución, además, hoy nadie va a ir a buscar la prostitución a un lugar, pero me encontré una Isla Maciel desbastada por todo un proceso que había implosionado muy poco antes, yo recuerdo una de las primeras cosas que quería hacer era hacer una misa en la puerta de la Iglesia un día de lluvia, porque caían 4 gotas de agua y nos inundábamos, con botas y voy a llamar a Crónica TV o algo de eso y con las 4 viejitas voy a hacer la misa en la calle, al poco tiempo tuvimos un cambio de gobierno, yo no sabía quién era Néstor Kirchner, lo voté en la segunda vuelta, en ese momento por descarte, pero al poco tiempo empezamos a ver que las cosas cambiaron y mejoraron, hoy la Isla Maciel no se inunda, no hace falta que use botas para caminar por la Isla Maciel y no fue un milagro, fue una obra de infraestructura impresionante, que salga el agua al riachuelo y además que salga limpia, ese cambio, esos 12 años que llamamos la década ganada yo los fui viendo en la Isla Maciel claramente.
Estamos en el año 2004, y vos ya decidís quedarte en la Argentina, te dan la posibilidad de instalarte en la capilla de la Isla Maciel, ¿Qué tenés para decirnos como balance de estos 12 años?
De alguna manera yo fui transitando con toda una época que fueron los gobiernos de Néstor y de Cristina Kirchner, claramente soy cura del grupo de opción por los pobres entonces yo no tengo una visión de separar si esto es o no es religioso, para mi es tan religioso hacer un bautismo como si por desgracia tenés que ir a cortar una ruta, todo lo que ayude a que haya más vida, vida abundante dice el evangelio, haya más dignidad, eso es de Dios, y lo que hace que haya menos vida y dignidad, no es de Dios, como cura en un barrio popular donde uno quiere estar, no podés dedicarte a cosas solamente religiosas, como hacer una misa o un bautismo, y la realidad te va marcando claramente, por una parte estaba la falta de trabajo, tuvimos la posibilidad de armar una cooperativa textil, la mayoría de las mujeres que trabajan ahí vivían en ranchos, casas muy humildes y algunas bastante miserables, entonces pudimos armar un proyecto que se llama Casitas de Belén que son microcréditos para el mejoramiento de viviendas, crecimos mucho con la ayuda del estado nacional, porque tuvimos un estado que estaba presente, por ejemplo la cooperativa textil fue un ofrecimiento del ministerio de desarrollo de la nación, que nos ofreció la posibilidad de hacer una cooperativa textil, nosotros desde la parroquia armamos una fundación como para darle una autonomía a la institución, una fundación que lleva adelante los proyectos sociales, algunos proyectos en colaboración con otras organizaciones de la sociedad civil y algunos en colaboración con el estado, yo digo que se dio una sinergia muy linda de un estado presente con organizaciones como la nuestra que trabajan el territorio y que es quizá lo que más puede ofrecer el conocimiento del territorio, la provincia de Bs.As. nos ofreció, querían abrir CPA, centros provinciales de atención a las adicciones, pero querían CPA de puertas abiertas, no un lugar donde hay que pedir turno o cita, nosotros tenemos el Hogar de María, que es un espacio que está abierto durante los días de semana y el Estado provincial paga alguno de los sueldos de los operadores de ese CPA, el resto lo ponemos nosotros, ponemos el espacio, pudimos armar un departamento donde viven algunos chicos que se están recuperando del tema de las adicciones, o que después de estar internados no tienen donde estar entonces están con nosotros, una casa del niño que es una UDI, teníamos hasta el ante año pasado con planificación federal, un programa muy virtuoso que se llama mejor vivir que es mejoramiento de viviendas, pero no es algo que haría una empresa que quiere hacer 15 viviendas iguales, esto era en medio del conventillo que hace 100 años se viene cayendo abajo, apuntalarlo, hacer un baño en una casita del barrio, muchos de esos programas se fueron cayendo, como el de Mejor Vivir que ahora está en stand-by, pero que dio trabajo al barrio y que además mejoró la vida de la gente, un pequeño centro odontológico que fue la donación de un odontólogo que se jubilaba, y un convenio con la UBA donde vienen estudiantes avanzados de odontología, un pequeño centro de formación profesional que se trabajó con el ministerio de trabajo hace 2 o 3 años y permitió aprender algún oficio en el barrio y que haya algunos pibes que se están ganando la vida haciendo pequeños emprendimientos, mucho con voluntarios, algunos terminaron siendo rentados pero comenzaron con un trabajo voluntario.
Y eso fue llevando a que la gente viera no solamente un lugar en donde reunirse los domingos a rezar sino también un lugar en donde venir a tratar de buscar solución a los problemas reales y concretos que tiene la sociedad, como la desocupación, la precariedad en la vivienda, la violencia de género, y tocando este tema, que sabemos que es uno de los flagelos que tiene nuestra sociedad, ¿Cómo se encuentra el tema de la violencia de género y la droga acá?
El tema de la violencia de género está en todas las capas sociales, lo que si es cierto es que cuando la gente se queda sin trabajo, sobre todo el cabeza de familia, como está pasando ahora, empieza a crecer la violencia en las familias, yo recuerdo que estaba en La Matanza y tuvimos que esperar a que el hombre desfigurara a la mujer para que ahí recién con la mujer desfigurada pudiéramos ir a la comisaria y bueno, en estos últimos años se avanzó mucho en conocimiento de derechos y en distintas herramientas para poder trabajar más claramente en brindar soluciones a una mujer que esté en cuestión de violencia de género, hoy la Municipalidad de Avellaneda tiene un refugio para madres o mujeres víctimas de violencia de género, hoy nosotros tenemos acá un convenio con la Procuración Gral. de la Nación, que lleva adelante Gils Carbó, por medio del programa atajo que es un acceso a la justicia mucho más directo, no solamente asesoramiento sino acompañamiento, si hoy tenemos un problema de violencia de género acá, lo resuelve atajo por medio de su equipo de trabajadores sociales, psicólogos y abogados, se presenta en el juzgado y el juzgado da pie a lo que se trabajó acá por lo cual los tiempos se acortan, hoy tenemos una comisaría de la mujer, sigue siendo complicado porque muchas veces el tema es lo económico, “si se va el sostén de la casa, qué hago yo, dónde voy” y la pobreza empeora estas situaciones, pero hoy tenemos bastantes caminos, en el tema de las adicciones, estamos rodeado del tema de las drogas a todos los niveles, recuerdo cuando llegué hace 26 años de España a Puerta de Hierro en Ciudad Evita recuerdo los chicos dándose con el Poxi-Ran, es una de las imágenes que tengo en la cabeza, la droga no es de ahora, hay mucha mafia metida ahí y de muchos estamentos, mi opción es trabajar para que el pibe no entre, lo cual es más fácil que sacar a un pibe que entró, en eso trabajamos mucho con conventillo creativo que son talleres de arte, el taller popa, mostrarle al pibe que no nació chorro, que no nació para chorro y que ese no es su destino, que muchas veces pareciera un destino inexorable, cuando lo único que tuviste en tu vida es barro, creo hay que laburar en eso sobre todo, hoy tenemos muchísimas herramientas para un pibe que entró, ahora estamos por internar a una mamá que tiene 5 hijos y que toda su vida tuvo problemas de adicciones, hoy por hoy, estamos volviendo hacia atrás, pero llegué a decir, si en el barrio, el que no sale de la droga es porque no quiere, uno sabe que el problema de la droga es muy complejo, pero hemos tenido, todavía tenemos algo, muchas herramientas para el que realmente quería salir, nuestro centro de prevención de adicciones, un CEDRONAR presente, con quien rápidamente podíamos encontrar un lugar para internar, el Centro Papa Francisco, que está acá mismo en el barrio, y que es del ex CENARESO, hasta psiquiatras teníamos en el barrio, un montón de herramientas que permitían recuperar al pibe, después, hoy venden acá, después allá, eso es acá y en todos lados, eso a mí ya me excede, y si yo sé dónde se vende, la policía lo debe saber también seguro.
Más de una vez en la charla nombraste a Néstor y Cristina, y te has referido a su gobierno como un estado presente ¿Qué evaluación hacés de este año de lo que va del gobierno de Macri, cómo ves el Estado y como se reflejó eso en la Isla Maciel?
Yo hace poco escribí una carta abierta a Gabriela Michetti, que salió en Página 12, porque ella cuando ganó las elecciones dijo que sabía que había muchos humildes que les nacía una nueva esperanza, pero que había otros que tenía preocupación y quizás temor y que iban a trabajar fuertemente por ellos, en esa carta abierta, al año del triunfo de cambiemos, yo le puse que estaba entre los preocupados pero que ya no estaba entre los preocupados sino entre los angustiados por las cosas que vi en el barrio, y le ponía ejemplos muy concretos, yo decía que acá subió todo, sobre todo los alimentos, menos la alegría, el precio de los alimentos, la falta de trabajo que se vio clarísimamente, como perdieron el trabajo personas que estaban en el mercado formal o el albañil que trabajaba por su cuenta, y la retirada del estado con programas que eran muy virtuosos, y eso hizo que la gente que salió de la pobreza, volvió a la pobreza, gente que había salido de la indigencia, volvió a la indigencia, y le ponía ejemplos concretos, nosotros tenemos un tercer barrio de viviendas que quedó a mitad de hacer y está parado hace un año y se cae a pedazos, se hicieron 2 barrios en estos 12 años, quizá se tendrían que haber hecho más, pero se hicieron 2 barrios, el que faltaba terminar está sin hacer, el programa Mejor Vivir está parado, la ANSES venía todas las semanas al barrio y no vino más, la gente cobraba un subsidio por las garrafas y dejó de recibirlo, me vienen a pedir que les cargue la garrafa, lo cual es duro, porque tienen la leche pero no se la pueden calentar a sus hijos, y así ejemplos concretos, hoy si uno recorre el barrio va a ver un montón de autos que están parados, fueron personas que pudieron comprarse un autito pero hoy no tienen la plata para arreglarlo o ponerle la nafta, una señora me dijo “A Cristina, Jesucristo la va a ayudar”, era cuando la llamaron a Tribunales, y le digo “¿Por qué me dice eso?”, me dice “Porque yo me pude pensionar por ama de casa, con esa plata llegaba a fin de mes y siempre me sobraba un poco, ahora no llego ni por lejos” y ella decía “A mi esta mujer me devolvió la dignidad, pero los que están ahora están haciendo que no llegue ni a fin de mes”, y yo lo puse en la carta abierta, esos microcréditos para el mejoramiento de viviendas que tenemos, hasta el 2015 no dábamos abasto a los pedidos porque no tenemos mucha plata, es plata que se presta y que se devuelve de a poquito, siempre necesitás más plata de afuera, pero no podíamos responder a todos los pedidos, el año pasado en el último encuentro mensual no vino nadie, porque ya la gente no está teniendo una plata para poder invertir en algo que no sea la necesidad básica cotidiana de comer, este año abrimos 2 comedores, uno en abril y otro en octubre, tenemos más de 300 chicos cenando cada noche, y gracias que la Municipalidad de Avellaneda nos ayuda y bueno, nos ayuda gente que nos conoce que a lo mejor escuchó o vio este relato que estamos haciendo ahora, le digo a mi ahijado “Y tu computadora del programa conectar igualdad?” me dice “No la tengo más” le digo “Cómo qué no? Qué hiciste?” me dice “La mandé a arreglar y no me la devolvieron”, claro, cerraron el programa, él la llevó porque había que arreglarla, le chorearon la computadora que le había dado el gobierno anterior.
Al comienzo hablábamos de tu experiencia con aborígenes a lo largo de Latinoamérica y en Argentina hoy vivimos una de las problemáticas más graves que tienen los pueblos originarios, que es que algunos terratenientes, de este país o extranjeros, como Lewis o Benetton, no sólo quieren apropiarse a través de su riqueza sino también de la autoridad a través de imponer las fuerzas de seguridad el desalojo y la represión, ¿Cómo ves este proceso?
Una de las primeras medidas que tomó Néstor cuando llegó al poder cuando el país estaba realmente incendiado, fue decir, no se reprime a la protesta social, no se llevaban armas a las protestas sociales, lo primero que hizo este gobierno hace un año fue el protocolo de seguridad, estaban previendo el plan que ellos tienen, que es la concentración de la riqueza, por eso la soberanía no importa, le pueden vender las tierras a quien quieran, total los Mapuches nunca tuvieron un papel que diga que es de ellos, y necesitan el protocolo de seguridad porque claramente cuando dejás a la mitad de la población afuera, se va a ir organizando para defender sus derechos, entonces necesitan habilitar un protocolo para que la gente sea reprimida, se reprime en Once, en El Bolsón, en Jujuy, que dista mucho de ser un estado de derecho en estos días, además se reprime a cualquiera que piense distinto, a mí me recuerda al ’74, donde estábamos en un estado de derecho pero actuaba la triple A, estamos en un estado de derecho pero al que piensa distinto se le pasa por encima, se le pasó por encima a tiempo argentino, nosotros los curas en opción por los pobres nos reunimos acá con Cristina Kirchner, porque queríamos agradecerle, porque nosotros no nos definimos como curas kirchneristas. aunque nos quieran definir como tal, nosotros somos curas en la opción por los pobres, y desde esa opción nosotros bendecimos lo que nos parece lindo, que le hace bien a los pobres y denunciamos lo que vemos que le hace mal a los más pobres, y quisimos agradecerle a un gobierno que más allá de todas las criticás que uno quiera hacer, además somos curas, no estamos en el día a día de la política, pero agradecerle que este país fue más igualitario, humano e inclusivo y no sólo en lo económico, nosotros estamos a favor del matrimonio igualitario, Dios mira el corazón del que ama, no mira papeles, fueron años donde se avanzó mucho, ahora estamos perdiendo mucho y hay que reprimir porque la gente va a protestar.
Padre Paco, una vez más, porque esta es la 2da vez que tuvimos la posibilidad desde a.Ar de ponernos en contacto con vos de haber trabajado, de agradecerte profundamente que nos hayas abierto las puertas de todo el trabajo que venís realizando de la fundación, la capilla, y tu casa sin duda que desde tu visión, es la casa del pueblo, muchas gracias por compartir este momento con vos, de haber almorzado y de haber crecido en estas dos horas reflexionando contigo.
Muchas gracias a ustedes, para mí un orgullo, ustedes me invitaron a comer (risas) que es a lo que invita Jesús, el pan partido y compartido para todos, así que, muchísimas gracias.
¡GRACIAS PADRE PACO!
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