Hugo Antonio María Alconada Mon escribe en La Nación. Es quien dio a conocer, en enero pasado, las vinculaciones entre Gustavo Arribas y el Lava Jato, el escándalo de corrupción en Brasil relacionado a la empresa Odebrecht.

Arribas es el actual titular de la ex SIDE, hombre de máxima confianza de Macri, le alquila su casa y se hizo famoso por los negocios de pases de jugadores de fútbol durante la presidencia de Macri en Boca Juniors.

En enero de este año, Alconada Mon escribió sobre la existencia de transferencias de dinero por 594.518 dólares a cuentas en Suiza que pertenecían a Gustavo Arribas, y que provenían de una cuenta en Hong Kong controlada por un operador financiero condenado por el Lava Jato, quien reconoció ante la justicia haber hecho cientos de pagos ordenados por la empresa Odebrecht.

A partir de allí estalló el escándalo en la Argentina y Macri lo defendió ante las cámaras de televisión. Quiso justificar las transferencias de dinero y se las atribuyó a la compra de un inmueble. Arribas, que estaba en Brasil, volvió de sus vacaciones y no sólo no pudo explicar nada sobre las transferencias de dinero, sino algo mucho peor: dio por lo menos 3 versiones diferentes -una de ellas escrita, firmada y luego desmentida-. La última fue en el Congreso de la Nación, donde el inmueble, como una cenicienta, se transformó en muebles y cuadros.

Sin embargo, más escandaloso –aunque mucho menos divulgado- resultó el caso Arribas, y sus distintas versiones, cuando se conoció la declaración como testigo de Hugo Antonio María Alconada Mon en la causa judicial que investiga al titular de la ex Side. En su declaración, además de aportar documentación, explicó

“como fueron las consultas que hizo con Arribas, a través de ‘emisarios’, antes de publicar la nota el miércoles 11 de enero”. Contó que “el viernes anterior a la publicación hizo el primer llamado al jefe de la ex Side para explicarle que información tenía y para que diera su versión. Luego de ese llamado se comunicó con él un emisario de Arribas, quien dijo que “sabía quién era Meirelles, pero que Arribas sostenía que ninguna de esas operaciones era verdadera”. Luego de esa afirmación, el emisario le pidió al periodista si era posible que le facilitara copias de las transferencias para buscar mejor y que le diera 24 horas. Al día siguiente, el emisario de Arribas –siempre según la declaración de Alconada Mon “cambió la versión y dijo que todas las operaciones correspondían a la venta de un inmueble en San Pablo, en el año 2013. Me pidió 24 horas más para terminar de buscar los datos y me pidió que aclarara en la nota que el señor Arribas no era contribuyente fiscal en ese momento en la Argentina”.

“Pocos minutos después –agregó Alconada Mon- me llamó un segundo interlocutor de Arribas para decirme que toda la operación era en negro y que iba a tomar tiempo para poder demostrarlo, pero que Arribas estaba allí (en la AFI) por el bien de la patria”.

“Luego -amplió Alconada Mon- volvió a llamarme el primer emisario de Arribas y dijo que el segundo emisario de Arribas era un boludo y no estaba autorizado a decirme que la operación era en negro. Al día siguiente el primer emisario de Arribas cambió por tercera vez la versión y dijo que solo una transferencia, por 70 mil dólares correspondía a la venta de un inmueble en San Pablo en 2013 y que desconocía las restantes cuatro y me pidió 24 horas más para entregarme la documentación. Al día siguiente, ya lunes, volvieron a cambiar la versión, dijeron que no me iban a dar documentación, sino copia de un e-mail que el banco de Suiza le había dado a Arribas para finalmente, cuando nos reunimos en el bar Puros, del microcentro porteño, sólo me mostraron un supuesto mail, sin membrete del Banco Credit Suisse, se negaron a entregarme copia para que yo la verificara, como habían prometido y procedieron a evaluar que mi proceder era malicioso. Momento en que di por terminada la reunión y tras cinco días de esperar y recibir versiones contradictorias entre sí, avanzamos hacia la publicación, al día siguiente miércoles 11 de enero”.

De todo esto que leíste, Hugo Antonio Maria Alconada Mon, no escribió nada en La Nación ni le contó a sus lectores. Es más, jamás volvió a escribir sobre Arribas, las cuentas en Suiza y el “Lava Jato”.

Nunca se supo cuál fue la razón, aunque la imaginamos. Entiendo que lo único que volvió a firmar sobre el tema fue la declaración testimonial que acabas de leer. Lástima, creo que sus lectores se merecían mayor fidelidad y honestidad periodística.

Sin embargo, Hugo Antonio María Alconada Mon volvió a firmar una nota en La Nación, pero no sobre Arribas. ¿Adivina con quién se despachó? ¿Con Macri y el Correo? No. ¿Con Macri y Avian, la línea aérea de su familia? No. ¿Con Macri y los peajes? Menos. ¿Con los increíbles cuentos de Arribas y el “Lava Jato”? Tampoco. ¿Con CFK tal vez? Acertaste. Mirá el título: “Detectaron más inmuebles que los Kirchner ocultaron”.

Una pena que Hugo Antonio María Alconada Mon no me haya llamado o consultado antes de publicarla, como hizo en el caso Arribas. Yo no le habría enviado distintos “emisarios”. Al contrario, lo hubiera puesto en contacto con el contador público nacional que presenta todos los años nuestras declaraciones juradas ante la AFIP y la Oficina Anticorrupción desde 1995, en que resulte electa Senadora Nacional. Declaraciones en las cuales están todos los inmuebles, que es de público y notorio desde hace años son propiedad de nuestra familia.

Hablando con el contador y con documentación y títulos de propiedad en mano, se podría haber enterado que Néstor Carlos Kirchner tenía más de 20 propiedades antes de asumir como Intendente de la Ciudad de Río Gallegos. Que los departamentos que presenta como no denunciados ante la AFIP son complejos habitacionales y están declarados como tales. Pero lo que es aún más importante, se habría enterado que nosotros sí somos contribuyentes -no como el Sr. Arribas-, que pagamos impuesto a las ganancias y bienes personales a la AFIP, Ingresos Brutos en Santa Cruz e impuesto inmobiliario en las municipalidades correspondientes. Y que todos los inmuebles que pertenecen a la familia siempre estuvieron declarados y que inclusive, alguno de los que menciona en el artículo como no declarados, fueron adquiridos con anterioridad a que Néstor Kirchner fuera Gobernador de Santa Cruz, en la época que la AFIP no existía y los impuestos se pagaban a la DGI. Desde esa época los Kirchner pagan impuestos en la República Argentina.

¿Ves Hugo? La consulta hubiera sido más sencilla que con Arribas. Sin emisarios. Sin cuatro versiones diferentes. Sin pedido de plazos para publicar la nota.

¿O será que necesitabas un título como éste para que te perdonen y te dejen volver a escribir en La Nación? ¿O tal vez te lo pidieron para la campaña sucia de la ANTMA (“Agencia Nacional de Trolls Macrista”), tan de moda en los tiempos que corren para hostigar científicos, maestros y otros compatriotas, tan extravagantes, que reclaman trabajo y salarios dignos?

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