HAY UNA FAMILIA QUE COLONIZÓ EL ESTADO PARA PROVECHO PROPIO
Columna de Roberto Caballero

Son una verdadera asociación ilícita. Padres, hijos, primos, testaferros, amigos.
Escuchan los teléfonos de todo el mundo, disciplinan a todos a carpetazo limpio, dividen a la sociedad argentina, crearon una grieta en cada familia, corrompen a la clase política, a los sindicalistas, a los empresarios, a los periodistas, a los artistas y a los intelectuales.
Meten amigos y familiares en la administración con sueldos siderales, nos hacen pagar impuesto a las Ganancias, nos quitan el pago en 12 y 18 cuotas, se roban la plata de los jubilados de la Anses para financiar un déficit monstruoso, intentan comprar a los pobres con leyes de emergencia que no reglamentan y donativos, aceptan los tribunales extranjeros para dirimir los pleitos de soberanía y ya dijeron que quieren estar 20 años en el poder.
Nos endeudan a tasas cercanas al 10% anual usando al Congreso como escribanía, encima cerrada, abusando de los DNUs.
Persiguen a los jueces y fiscales que no les hacen caso y premian a los militantes que se suman a sus aprietes atacando a la República, sus libertades y garantías.
Nos dicen en sus discursos que la inseguridad es un problema pero no lo resuelven, sólo se sacan fotos con patrulleros.
Hacen cadenas nacionales en los medios públicos y privados para obligarnos a ser alegres, siempre alegres.
Son un relato.

Puro relato.

Relato y foto.

Y no, no es la familia que Clarín decía.

Son estos, los que ustedes ya saben.

Y Lilita dónde está?

Y Margarita, que no aparece?

¿Y Monner Sanz?

¿Y Ocaña?

Y Laura Alonso y su oficina vegetal?

¿Y Lanata?

¿Y los intelectuales republicanos?

¿Y Massa?

¿Alguien sabe dónde está Massa?

¿Y la CGT combativa?

Por qué callan tanto después de haberse indignado y gritado a los cuatro vientos que Argentina vivía una dictadura, si los que no dicen cómo tenemos que vivir, cuánta luz debemos usar, cuántos lavarropas tenemos que poner, cuánto techo paritario hay que aceptar, cuánto calefón se prende, cuándo vamos a ser felices, no son los que ellos denunciaban, sino éstos que gobiernan ahora y nos están hundiendo en la tristeza más profunda?
Abramos los ojos: todo esto fue una estafa de gente que no tienen ninguna convicción, salvo la de llevarse un país a su casa.


Después discutamos al kirchnerismo, a los kirchneristas y las políticas públicas que aplicaron, bien o mal, si quieren o les quedan ganas.

Ahora es ahora.

 

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