VIVIR EN LA CALLE
Los
inquilinos deben destinar más de la mitad de sus ingresos para el alquiler
Un
informe revela que los alquileres se llevan una parte cada vez mayor del
salario y que, mientras en la Ciudad cae la proporción de inquilinos de menores
ingresos, en la Provincia sube en idéntica proporción y más familias terminan
viviendo en las calles del distrito más rico del país: la Ciudad Autónoma de
Buenos Aires.
En un contexto de alta inflación,
paritarias que en la mayoría de los casos no le pueden seguir el ritmo al
avance de los precios y pérdida del poder adquisitivo del salario, el peso de los bienes y servicios sobre los
presupuestos familiares es cada vez mayor.Tras los
tarifazos impulsados por Macri, los
gastos destinados a pagar luz, agua, gas y transporte público, se llevan cada
vez, una porción mayor del presupuesto familiar.Lo mismo sucede con los
alquileres. Así lo demostró el último informe del Centro de Economía Política
Argentina (CEPA) que advierte que durante el primer año de gestión de Cambiemos
creció la transferencia de renta desde
los inquilinos a los dueños de la propiedades.
De acuerdo con el CEPA en el segundo trimestre de
2015,del total de la renta generada por los hogares ocupados por inquilinos, el
33 % estaba destinado al pago del alquiler, desde la administración macrista en
más, esa proporción del peso del alquiler sobre los ingresos familiares llego
al 60 %.
En la misma línea el estudio advierte que durante ese período, mientras el ingreso per cápita promedio de
los hogares inquilinos, creció sólo un 12% el costo del alquiler promedio lo
hizo un 33%.
El CEPA advirtió además que la Dirección General de Estadísticas y Censos del
gobierno porteño,subestima el peso del alquiler en los hogares inquilinos y
advierte que si comparamos alquiler/ingreso total familiar se observan
relaciones por encima del 30% en todo el periodo 2015-2017 y que incluso llegan
a superar el 60%.
La situación de los inquilinos se agrava teniendo en
cuenta que el acceso a la vivienda propia parece una quimera difícil. A pesar
de la promesa de campaña de Macri, de
entregar un millón de créditos hipotecarios, la línea de créditos
presentada con bombos y platillos comocréditos hipotecarios UVA, lejos está de
llegar a quienes más lo necesitan.
Según los datos de la consultora Reporte Inmobiliario solo el 20 % de los
argentinos, el 20 % más rico, reúne las condiciones para acceder a uno de esos
créditos. Es que para comprar un departamento de dos ambientes en la ciudad de
Buenos Aires, por ejemplo, una familia
necesita ingresos mayores a los 34 mil pesos y ahorros propios por casi medio
millón de pesos.
De acuerdo a la Encuesta Permanente de Hogares del INDEC,
en la Argentina existen sólo 1,6 millón
de hogares con ingresos superiores a los 29.000 pesos por mes. La mitad de los
hogares del país tienen ingresos hasta 16.000 pesos mensuales que no podrán
calificar a los créditos hipotecarios UVA.
El CEPA advierte además que el mayor
peso de los alquileres sobre los presupuestos familiares está expulsando gente
de la ciudad de Buenos Aires. Entre 2015 y 2016 un 8% del total de
inquilinos correspondientes a los habitantes de menores recursos, dejó de
alquilar en la ciudad.
Mientras que en 2015, 14.092 hogares inquilinos correspondían al primer decil
de ingresos (el más pobre), esa cantidad se redujo a 9.585 en 2016. En el
segundo y el tercer decil, la cantidad de hogares inquilinos también
disminuyeron de 27.821 a 4.266 y 15.254 a 14.367 respectivamente.
Paralelamente, se
experimentó un incremento en el número de inquilinos en el Gran Buenos Aires. Entre
2015 y 2016 la cantidad se incrementó un 9,33% (31.435 nuevos hogares
inquilinos). El número absoluto es muy
similar a la cantidad de inquilinos de los primeros tres deciles que
abandonaron la Ciudad de Buenos Aires: 28.949 hogares. De los cuales muchos de ellos moran en las
calles de la Ciudad de Buenos Aires, paradójicamente, el
distrito más rico de la Argentina.
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