Efecto "Precios Transparentes": cayeron el 30% las compras en cuotas con tarjeta

El programa de la Secretaría de Comercio fue un fracaso. Vaticinaron una reducción del orden del 20% en los precios de contado: nunca sucedió y se encareció el precio financiado. Sólo sirvió para profundizar aun más la caída del consumo.

El financiamiento del consumo con tarjetas de crédito cayó el 30 %, por las altas tasas de interés y la implementación del plan "Precios Transparentes", que eliminó las cuotas sin interés y desalentó las compras. La caída de préstamos con tarjetas en términos reales en realidad fue mayor si se lo ajusta por inflación, al considerar que en los primeros seis meses del año el nuevo IPC Nacional avanzó 11,8%.

Según datos del Informe Monetario del Banco Central desde que arrancó el año y hasta el 17 de julio último, el stock de financiamiento con los plásticos emitidos por bancos públicos y privados bajó 30 % a 221.127 millones de pesos.

Se trata del gasto que realizan los argentinos con las 6.123.994 de tarjetas de crédito que hay en el mercado, sin tener en cuenta los consumos originados con los 15.612.838 de plásticos de débito automático.

Esa caída se dio a contramano de lo ocurrido con los préstamos personales que aumentaron 26,9% en el mismo período, hasta los 280.904 millones de pesos, y con los prendarios, que se dispararon 31,3%, hasta los 69.869 millones, por la mayor venta financiada de autos cero kilómetro.

El economista Amilcar Collante, miembro del Centro de Estudios Económicos del Sur (Cesur), explicó que el quiebre claramente se dio a partir del programa Precios Transparentes, lanzado por la administración de Macri en febrero pasado. Se trata de la medida oficial que obligó a los comercios a mostrar a sus clientes el costo financiero total de la financiación con plástico y prohibió la oferta de cuotas sin interés, lo cual sufrió una marcha atrás en marzo por el impacto negativo que había tenido.

Al ver el Costo Financiero Total, los consumidores lo piensan más y esquivan pagar altos intereses. Así, posponen consumos, dijo el economista al ser consultado sobre la causa que habría incidido en la caída de las ventas con tarjeta.

También las personas que estaban muy endeudadas a través de sus tarjetas de crédito comenzaron a desendeudarse ante la incertidumbre económica y también, como pasada cada dos años, por el clima electoral, dijo Collante.

Y apuntó que se debe tener en cuenta que la tasa de interés de las tarjetas de crédito sigue muy alta, en torno al 42% y 44% para quienes sólo pagan el mínimo porque sus economías personales o familiares presentan dificultades, frente a una inflación anual del 41%, según la dirección de Estadísticas de la Ciudad de Buenos Aires.

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