A un mes de las elecciones legislativas, el candidato a senador por la Provincia y ex ministro de Educación se refirió a la reforma educativa, rechazó y desconoció el derecho de los estudiantes a oponerse mediante tomas y asambleas y se encolumnó detrás de los otros funcionarios, sosteniendo la misma mentira, la de hacerles creer a los estudiantes de escuelas públicas que es un beneficio, cuando en realidad, tienen como misión, que miles de alumnos del último año de secundaria trabajen gratis para las empresas de los testaferros del gobierno y de sus amigos, inclusive.

“Uno escucha a los estudiantes y no es claro cuál es el reclamo", dijo alegremente el ex ministro de Educación, algo que lo deja muy mal parado, ya que habiendo salido de ese cargo no tiene comprensión del estudiantado, repite el discurso guionado por Durán Barba, sin moverse un ápice y toma carrera para llegar a una banca en donde pretende hacer y mucho más deshacer los derechos de los argentinos.

“Los estudiantes no serán mano de obra barata en las prácticas profesionalizantes” incorporadas en el proyecto Secundaria del Futuro, aseguró Bullrich. Palabras que lindan con lo ridículo, ya que la propuesta es de pasantías absolutamente gratuitas, con lo cual es trabajo esclavo.

“Nadie puede aceptar que este secundario como está le sirva a los jóvenes”, agregó y argumentó que “siete de cada 10 jóvenes no tienen conocimientos básicos de matemática y cinco de cada 10 no comprenden textos, según mostró el operativo Aprender”. Olvidándose que él fue el ministro de educación, entonces le cabe la pregunta: “No se dio cuenta cuando ejercía el cargo de lo que pasaba?”, y por otra parte, “el operativo aprender” no es más que otra de las encuestas truchas de Cambiemos, que al igual que las que llevan adelante mintiendo sobre los puntajes frente a Cristina Kirchner, con lo cual, pretenden abrir el paraguas, ante el inminente fraude que están preparando para las elecciones de octubre.

Entre otros absurdos que emitió el candidato de Cambiemos, agregó: “Además hay que conectar más el secundario con la vida de todos los días, por eso la idea de llevar las prácticas que ya existen en las escuelas técnicas del país a todas las escuelas”. En ese sentido, buscó rechazar las tomas al afirmar: “Podemos escuchar a los estudiantes y sus aportes y de hecho lo hacemos, porque si le preguntamos a los jóvenes, en su mayoría prefieren este tipo de experiencias y esa es una de las razones por las que eligen las escuelas que son muy demandadas”. Lo que no explicó es: qué relación tiene este discurso con una reforma educativa que pretende esclavizar a todos los estudiantes del último año de secundaria de las escuelas públicas, haciendo una fuerte diferenciación con las privadas y gestando un acto discriminatorio en toda la línea.

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