El acto fallido de Stanley, la ministra de “Desarrollo Social”: festejó la precarización laboral y tuvo que borrar el tuit
La ministra de Desarrollo Social, Carolina Stanley, fue criticada por festejar que un trabajador haya puesto una parrilla en la calle para hacer "changas".
"Juan armó esta parrilla en la puerta de su casa para los obreros de la zona. Así ellos almuerzan y él se gana una changa", había escrito la ministra de Desarrollo Social, Carolina Stanley, en su cuenta de Twitter.
El tuit duró poco, tuvo que borrarlo porque le llovieron las críticas. Con rapidez, su equipo de comunicación decidió dar de baja la publicación, pero ya era demasiado tarde para que no se volviese viral.
Todavía está en pugna el pago de las jubilaciones por discapacidad, ya que esta mujer, a cargo de una cartera tan sensible, apeló a la Justicia para evitar otorgarles el derecho adquirido de remuneraciones por estar discapacitados. Evidentemente, Macri “seleccionó” al “equipo más crápula de los últimos 50 años” para saquearles los derechos inalienables, como también adquiridos, a los argentinos, y quedarse con el dinero de los presupuestos destinados a esas áreas.
La ministra de Desarrollo Social, Carolina Stanley, fue criticada por festejar que un trabajador haya puesto una parrilla en la calle para hacer "changas".
"Juan armó esta parrilla en la puerta de su casa para los obreros de la zona. Así ellos almuerzan y él se gana una changa", había escrito la ministra de Desarrollo Social, Carolina Stanley, en su cuenta de Twitter.
El tuit duró poco, tuvo que borrarlo porque le llovieron las críticas. Con rapidez, su equipo de comunicación decidió dar de baja la publicación, pero ya era demasiado tarde para que no se volviese viral.
Todavía está en pugna el pago de las jubilaciones por discapacidad, ya que esta mujer, a cargo de una cartera tan sensible, apeló a la Justicia para evitar otorgarles el derecho adquirido de remuneraciones por estar discapacitados. Evidentemente, Macri “seleccionó” al “equipo más crápula de los últimos 50 años” para saquearles los derechos inalienables, como también adquiridos, a los argentinos, y quedarse con el dinero de los presupuestos destinados a esas áreas.
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