La economía entró en fase de bancarrota total y el Banco Central decidió reducir la tasa de referencia en 0,75 puntos básicos y así quedó en 28%. Los analistas del mercado esperaban una contracción mayor y Federico Sturzenegger aseguró que van a ser cautelosos, por temor a una corrida bancaria y un crecimiento de la inflación.

En el comunicado, el Banco Central enfatizó que "será cauteloso en la adecuación de la política monetaria al nuevo sendero de desinflación. Naturalmente, si se busca una menor velocidad de desinflación que la planeada originalmente, corresponde un sendero de política monetaria menos contractivo que el que antes se preveía. Pero esa moderación en el sesgo contractivo sólo podrá sostenerse en el tiempo en la medida en que la evolución de la desinflación sea compatible con la trayectoria buscada".

La inflación esperada para 2018 aumentó de 16,6% a 17,4%; la mayor estimación en la corrección de precios regulados da cuenta de ese incremento, puesto que la expectativa de inflación núcleo se mantuvo estable en 14,9%.

Con esta reducción de tasas, Sturzenegger busca hacer equilibrio entre la demanda de menor rigor monetario que le impuso la Casa Rosada y sus erróneas convicciones.

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