Otra vez Macri piensa atacar al pueblo argentino: ordenó comprar 15 millones de balas de goma para obligar a la sociedad en su conjunto, a aceptar la reforma más aberrante después del despojo a los jubilados.

El Ejecutivo llamó a una licitación privada para solicitar los proyectiles que deberán ser entregadas en febrero, mes que podría tornarse conflictivo por el intento oficial de aprobar la cuestionada reforma laboral. “Para 2018 nos pidieron 7500 disuasivos químicos, y ya se llevaron 2000. En los próximos años van a tirar gas lacrimógeno hasta en una misa”, ironizaron los trabajadores.

La administración nacional llamó a una licitación privada para comprar 15 millones de postas de balas de goma, que deberán ser entregadas en febrero, mes que podría tornarse conflictivo por el intento oficial de aprobar la flexibilización laboral, que supone una brutal quita derechos a los trabajadores.

Horas después de que el gobierno lograra aprobar en el Parlamento la Reforma Previsional, en el portal único de compras del Estado Nacional COMPR.AR apareció un aviso que anunciaba la puesta en marcha de una licitación privada de alcance nacional para comprar 15 millones de postas de goma de butadieno con destino a la fábrica militar de Fray Luis Beltrán, ubicada en la periferia de Rosario, provincia de Santa Fe.

Según las especificaciones técnicas del pliego, 10.500.000 postas deben ser provistas en febrero mientras que las restantes 4.500.000 tienen que proporcionarse en abril. La licitación, que lleva el número 42/4-0007-LPR17, prevé que el contrato durará seis meses.

La planta de Fray Luis Beltrán no sólo fabrica postas de goma, una de sus líneas de producción se dedica a la elaboración de “disuasivos químicos", es decir, el gas lacrimógeno que se envasa en unidades de aluminio. En la fábrica aseguran que esa solicitud por parte del Estado Nacional ha crecido hasta llegar a una demanda récord.

En ese sentido, Fernando Peyrano, secretario general de la Junta Interna de ATE en la planta de Fabricaciones Militares, advirtiò que “entre la mitad de 2016 y todo 2017 se produjeron 4000 disuasivos químicos. Eso significa un incremento al doble en la demanda de ese producto". “Para 2018 ya nos pidieron 7500 disuasivos químicos, y ya se llevaron 2000. En los próximos años van a tirar disuasivos químicos hasta en una misa”, ironizó el delegado sindical.

El corolario de este informe abre las puertas a vaticinar una fuerte reacción popular, que acabe con la impunidad de una banda que se apropió del poder y usa y abusa de las instituciones públicas para sus negociados, saqueando todas y cada una de las cajas, reprimiendo, torturando y desapareciendo personas. Si Macri pone en uso las 15 millones de balas de goma, ese va a ser su fin. Lo importante es que pague con cárcel efectiva los delitos que cometió y sigue cometiendo en contra y en perjuicio absoluto de la nación Argentina, y por supuesto, se le confisque todo el patrimonio nacional que ha saqueado y desviado a paraísos fiscales.

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