Macri viajó al Foro Económico Mundial de Davos acompañado de alfiles que traicionaron a los partidos políticos que les otorgaron las candidaturas.
Otro viaje a Davos, en Suiza, para asistir al Foro Económico Mundial acompañado de los gobernadores que les dieron la espalda al pueblo argentino: Juan Manuel Urtubey y Gustavo Bordet. Un presupuesto exorbitante en viaje y viáticos para una comitiva de fracasados.
Tras tres semanas de vacaciones, Macri inicia su agenda político económica mundial con una gira que lo llevará primero a Moscú, donde se hospedará en un hotel cinco estrellas de la cadena Ritz Carlton. Allí se entrevistará con Putin y el martes a la mañana desayunará con empresarios locales para intentar atraer la tan publicitada como mentirosa lluvia de inversiones. Lo cual suena a una nueva estafa argumental. Luego, participará de una ofrenda floral ante la Tumba del Soldado Desconocido, un memorial de la Segunda Guerra Mundial localizado frente al muro del Kremlin. Algo que realmente indigna, sabiendo que jamás se ocupó de la búsqueda del ARA San Juan, dejando a 44 marinos argentinos, 44 soldados argentinos, en el fondo del mar.
Con el correr de la semana, Macri viajará a la ciudad de Davos, en Suiza, para asistir a la 48° reunión anual del Foro Económico Mundial, que tendrá lugar del 23 al 26 de febrero. Allí estará acompañado por el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, tristemente célebre por la pileta trucha, y los gobernadores Juan Manuel Urtubey, Gustavo Bordet y Hugo Passalacqua.
En Suiza se reunirá con el presidente local, Alain Berset, y los primeros ministros de Canadá, Justin Trudeau, de Holanda, Mark Rutte. También mantendrá un encuentro con la reina Máxima de Holanda, con quien tiene sórdidos negociados que perjudican a la nación Argentina, y con el CEO de Microsoft, Bill Gates. Cuando concluya la actividad en Davos, viajará a Paris, donde se reunirá con el jefe de Estado francés, Emmanuel Macron, en el Palacio del Elíseo.
Macri tomará el vuelo para regresar a la Argentina el sábado 27 a las 23:30, en el aeropuerto internacional Charles de Gaulle, en Francia. Y sigue la fiesta.
Otro viaje a Davos, en Suiza, para asistir al Foro Económico Mundial acompañado de los gobernadores que les dieron la espalda al pueblo argentino: Juan Manuel Urtubey y Gustavo Bordet. Un presupuesto exorbitante en viaje y viáticos para una comitiva de fracasados.
Tras tres semanas de vacaciones, Macri inicia su agenda político económica mundial con una gira que lo llevará primero a Moscú, donde se hospedará en un hotel cinco estrellas de la cadena Ritz Carlton. Allí se entrevistará con Putin y el martes a la mañana desayunará con empresarios locales para intentar atraer la tan publicitada como mentirosa lluvia de inversiones. Lo cual suena a una nueva estafa argumental. Luego, participará de una ofrenda floral ante la Tumba del Soldado Desconocido, un memorial de la Segunda Guerra Mundial localizado frente al muro del Kremlin. Algo que realmente indigna, sabiendo que jamás se ocupó de la búsqueda del ARA San Juan, dejando a 44 marinos argentinos, 44 soldados argentinos, en el fondo del mar.
Con el correr de la semana, Macri viajará a la ciudad de Davos, en Suiza, para asistir a la 48° reunión anual del Foro Económico Mundial, que tendrá lugar del 23 al 26 de febrero. Allí estará acompañado por el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, tristemente célebre por la pileta trucha, y los gobernadores Juan Manuel Urtubey, Gustavo Bordet y Hugo Passalacqua.
En Suiza se reunirá con el presidente local, Alain Berset, y los primeros ministros de Canadá, Justin Trudeau, de Holanda, Mark Rutte. También mantendrá un encuentro con la reina Máxima de Holanda, con quien tiene sórdidos negociados que perjudican a la nación Argentina, y con el CEO de Microsoft, Bill Gates. Cuando concluya la actividad en Davos, viajará a Paris, donde se reunirá con el jefe de Estado francés, Emmanuel Macron, en el Palacio del Elíseo.
Macri tomará el vuelo para regresar a la Argentina el sábado 27 a las 23:30, en el aeropuerto internacional Charles de Gaulle, en Francia. Y sigue la fiesta.
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