Después de "la gran comilona", los integrantes del sector de la abundancia destaparon los bajos instintos y no tardaron en generarse los conflictos por los puestos de poder que imaginan repartirse en 2019.
Así,la fuerte chicana que el núcleo duro de Jefatura de Gabinete dedica a la
gobernadora bonaerense fue revelada por uno de los periodistas de
Clarín más cercanos al Gobierno. La catarsis en el retiro espiritual de
Chapadmalal, la pelea por la sucesión y qué piensa Macri sobre las
diferencias entre sus dos "estrellas" moribundas.
A pesar de los notorios esfuerzos de los funcionarios de Cambiemos por
mostrar armonía, homogeneidad y falta de interés en ocupar los más altos
lugares en las listas para los cargos ejecutivos en 2019 y hacia
adelante, la realidad y sus opiniones parecen exhibir otra cosa.
Es que dos candidatos a suceder a Macri realmente se odian: desde la Jefatura de Gabinete que encabeza el abanderado del cinismo Marcos Peña chicanean la falsa "sensibilidad" de la gobernadora bonaerense María Eugenia Vidal con el irónico apodo de "Evita".
"¿Qué se cree, que es Evita?", se
preguntan desde el núcleo duro del "marcospeñismo" para criticar con
dureza a Vidal, según publicó Marcelo Bonelli, uno de los periodistas de
Clarín más cercanos al oficialismo.
Según el artículo, lo que no le perdonan desde alrededores de
Peña a Vidal, es que los funcionarios bonaerenses hagan alarde de la buena
imagen de la ex vicejefa de gobierno porteño, en contraposición a la abrupta caída de la imágen de Macri. Y, obvia y centralmente, ahí también está presente la pelea con el ministro coordinador por el 2019 o cuando el jefe de Estado decida dejar su lugar.
En realidad, la interna revela también diferencias que salieron a la superficie en el retiro espiritual de Chapadmalal y que tienen su núcleo en cómo ve cada integrante del Gobierno el rumbo del país.
Peña y un puñado de ministros tienen una visión hiper-optimista de la actualidad.
La que se sale a la luz cada vez que los funcionarios PRO tienen un
micrófono enfrente. Así, insisten en que no hay que cambiar nada de la
actual gestión y que el rumbo elegido va a dar buenos resultados a
partir del otoño. Obviamente mejoras para la clase social a la que ellos pertenecen.
En cambio, funcionarios del área "política y social"
creen que hay inconvenientes y que el Gobierno no puede desatender el
nuevo clima de la calle. A este grupo se suma la cúpula de la
Unión Cívica Radical y -solo en el tema de la falta de transparencia- la
Coalición Cívica.
Dietrich, Mario Quintana, Gustavo Lopetegui, Nicolás Dujovne y Andrés
Ibarra acompañan a Peña en la cruzada interna. Son los llamados
“gurkas”. Dujovne responde tajante cuando machacan sobre el rebote
inflacionario: “A partir de abril se frena”. Después sale al exterior a hacer papelones, ya que es descubierto en todas sus mentiras.
¿Qué tiene que ver Vidal en esto? La actitud “no exitista” también está alimentada por la gobernadora, que convive con un conurbano lleno de carencias,
muchas recrudecidas a partir de sus propias decisiones pero,
fundalmentalmente, mayormente generadas por el rumbo elegido por el
gobierno nacional.
Los sondeos reflejan que en el GBA existe el mayor desgaste en la
imagen de Macri. La posición de Vidal -al parecer más sensible que el
sector de Peña a lo social- no es nueva, pero genera ruido interno y
sirve como argumento para el juego de Peña.
¿Qué piensa Macri? Según Bonelli y Clarín, los "gurkas"
optimistas son los que interpretan fielmente la posición del líder PRO,
ya que Macri insiste en que las críticas que recibe el Gobierno
no son de fondo y "parten de objeciones anecdóticas", lo cual parece
acercarlo más a Peña que a Vidal. Un mamarracho.
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