El CENPAT–Conicet ratificó ayer que los restos hallados no son de desaparecidos. A través de una conferencia de prensa se dilucidó el misterio de los huesos hallados en Península Valdés. La investigadora Julieta Gómez Otero afirmó que los restos se corresponden con hallazgos arqueológicos sobre los que ya estuvieron trabajando.
Según publica el diario El Patagónico, Integrantes del Centro Nacional Patagónico (CENPAT–Conicet) brindaron ayer una conferencia de prensa para realizar una serie de aclaraciones en torno a la aparición de restos óseos hallados en Península Valdés por dos hermanos que circulaban en cuatriciclos.
Se advirtió que se trabajó con un equipo arqueológico en los mismos y que se encuentran en propiedad privada, en una zona protegida en la cual no deberían circular cuatriciclos. Los que los encontraron entonces, podrían ser sancionados.
Julieta Gómez Otero es licenciada y doctora en Antropología y se desempeña como investigadora independiente del CONICET, en el Laboratorio de Arqueología del Centro Científico Tecnológico (CCT). Ella afirmó que “no son restos que aparecieron en Pirámides hace años que nosotros hubiéramos re enterrado en la estancia San Pablo de Valdés de Vida Silvestre. Esos restos que extrajimos en dos etapas, en 2000 y 2003, fueron estudiados y datados, y esa información fue devuelta a la comunidad a partir de charlas”.
Asimismo, descartó que los restos correspondan a desaparecidos durante la dictadura militar. “Eso fue lo que más me preocupó; por la sensibilidad del tema. Imaginate que las personas que tienen familiares desaparecidos deben haber recibido esa noticia con gran conmoción”, aclarando que de acuerdo a los primeros datos se trata de “restos humanos de pueblos originarios, muy antiguos, que nosotros registramos y analizamos in situ en el año 2016 por segunda vez”.
La profesional indicó que más allá de las medidas tomadas, “con el viento y la lluvia deben haber quedado al descubierto, y estas personas que andaban en cuatriciclos los vieron y se diseminó esta noticia por las redes sociales, cosa que nos superó”.
En ese sentido, Gómez Otero llamó a la reflexión de quienes hallan restos de este tipo porque “hay mucha gente que sale a caminar y hay un gran yacimiento paleontológico y arqueológico en toda la Patagonia; entonces las personas creen que los objetos son de ellos mismos, de quienes los encuentran, y no es así. Por ley es del Estado provincial representando por sus habitantes, y es la memoria de nuestra historia, que no comienza ni con los españoles, ni con los galeses… comienza miles de años atrás con los pueblos originarios”.
Luego del misterioso hallazgo de huesos humanos en la Playa Colombo, en la Península Valdés, el Gobierno de Chubut también aclaró que las osamentas encontradas en ese balneario ubicado al norte de Puerto Pirámides son restos de personas de pueblos originarios y tienen unos 3.000 años.
Según publica el diario El Patagónico, Integrantes del Centro Nacional Patagónico (CENPAT–Conicet) brindaron ayer una conferencia de prensa para realizar una serie de aclaraciones en torno a la aparición de restos óseos hallados en Península Valdés por dos hermanos que circulaban en cuatriciclos.
Se advirtió que se trabajó con un equipo arqueológico en los mismos y que se encuentran en propiedad privada, en una zona protegida en la cual no deberían circular cuatriciclos. Los que los encontraron entonces, podrían ser sancionados.
Julieta Gómez Otero es licenciada y doctora en Antropología y se desempeña como investigadora independiente del CONICET, en el Laboratorio de Arqueología del Centro Científico Tecnológico (CCT). Ella afirmó que “no son restos que aparecieron en Pirámides hace años que nosotros hubiéramos re enterrado en la estancia San Pablo de Valdés de Vida Silvestre. Esos restos que extrajimos en dos etapas, en 2000 y 2003, fueron estudiados y datados, y esa información fue devuelta a la comunidad a partir de charlas”.
Asimismo, descartó que los restos correspondan a desaparecidos durante la dictadura militar. “Eso fue lo que más me preocupó; por la sensibilidad del tema. Imaginate que las personas que tienen familiares desaparecidos deben haber recibido esa noticia con gran conmoción”, aclarando que de acuerdo a los primeros datos se trata de “restos humanos de pueblos originarios, muy antiguos, que nosotros registramos y analizamos in situ en el año 2016 por segunda vez”.
La profesional indicó que más allá de las medidas tomadas, “con el viento y la lluvia deben haber quedado al descubierto, y estas personas que andaban en cuatriciclos los vieron y se diseminó esta noticia por las redes sociales, cosa que nos superó”.
En ese sentido, Gómez Otero llamó a la reflexión de quienes hallan restos de este tipo porque “hay mucha gente que sale a caminar y hay un gran yacimiento paleontológico y arqueológico en toda la Patagonia; entonces las personas creen que los objetos son de ellos mismos, de quienes los encuentran, y no es así. Por ley es del Estado provincial representando por sus habitantes, y es la memoria de nuestra historia, que no comienza ni con los españoles, ni con los galeses… comienza miles de años atrás con los pueblos originarios”.
Luego del misterioso hallazgo de huesos humanos en la Playa Colombo, en la Península Valdés, el Gobierno de Chubut también aclaró que las osamentas encontradas en ese balneario ubicado al norte de Puerto Pirámides son restos de personas de pueblos originarios y tienen unos 3.000 años.
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