Con el supuesto objetivo de liberar las abarrotadas cárceles
federales, el gobierno nacional envió a la justicia un listado de 1111
detenidos para que analice si pueden recibir el beneficio de la prisión
domiciliaria con pulsera electrónica.
Entre quienes figuran, hay un listado de presos y presas comunes, con hijos, con
alguna enfermedad o que integran el colectivo LGBTI, pero en realidad, a quienes pretenden liberar es a 96 genocidas condenados por delitos de lesa
humanidad.
Se trata de listados que
el Servicio Penitenciario Federal envió al Sistema de Coordinación y
Seguimiento de Control Judicial de Unidades Carcelarias, presidido por
el juez de Casación Federal Gustavo Hornos.
Son ocho listados con distintas categorías de detenidos, explica la
nota: “Internos de lesa humanidad mayores de 70 años”, “internos comunes
mayores de 70 años”, “nómina de internos autopercibidos como gays,
lesbianas, bisexual, transgénero e intersexuales (LGBTI)”,
“discapacitados”, “internas alojadas con hijos de hasta 10 años”,
“alojadas con hijos”, “internas embarazadas” e “internos que cumplieron
el requisito temporal para acceder al beneficio de libertad
condicional”.
Entre los 96 condenados por delitos de lesa humanidad figuran Jorge
“El Tigre” Acosta, quien fuera jefe de la patota del centro clandestino
de detención que funcionó en la Escuela de Mecánica de la Armada (ESMA)
durante la última dictadura.
Entre los represores que el gobierno pretende beneficiar se
encuentran también el médico Carlos Capdevilla, condenado por
apropiaciones en la maternidad clandestina que funcionó en la ESMA.
También integran la lista los miembros del Grupo de Tareas de la ESMA
Antonio Pernías y Adolfo Donda, quién llegó a ser uno de los jefes de
la patota de la marina y fue condenado entre otros delitos por la
apropiación de la diputada nacional Victoria Donda.
El ex agente de Inteligencia Raúl Guglielminetti y Julio “El Turco
Julián” Simón, ex agente de la Policía Federal, son propuestos para
volver a su casa.
En el listado figuran dos civiles: el ex fiscal Gustavo Modesto
Demarchi, condenado a perpetua por su rol en la organización de
ultraderecha CNU en Mar del Plata, y el cura Cristian Federico Von
Wernich, ex capellán de la policía de la provincia de Buenos Aires,
quién fue condenado en octubre de 2007 a reclusión perpetua por hallarlo
culpable de 34 casos de secuestro, 31 casos de tortura y 7 homicidios
calificados.
0 Comentarios