La pobreza infantil aumentó al 62,5%: afecta a más de 8 millones de niños.
Los datos surgen del tradicional relevamiento que hace la UCA. La pobreza subió dos puntos en 2017.
Los
datos son preocupantes. El último informe del Observatorio de la Deuda
Social de la Universidad Católica Argentina (UCA) refleja que entre el 2016 y el 2017 la pobreza infantil pasó del 60,4% al 62,5%, es decir, creció un 2,1%. Esto implica que hoy en la Argentina hay 8.255.000 millones de niños pobres, es decir, con severas privaciones en su vida diaria.
La situación de los menores de 0 a 17 años se agravó el año pasado en nuestro país y la tendencia indica que esto no mejorará. Si se toman los datos más actualizados de la UCA con una muestra más abarcativa del último trimestre del 2017 se observa que la intensidad de privaciones en los menores llegó al 65%.
El índice multidimensional de la
UCA calcula la pobreza sobre la base de diferentes dimensiones o
indicadores en un doble umbral de privaciones (total o severa).
Allí
se tienen en cuenta la alimentación (si los chicos pasaron o no
hambre), el saneamiento (acceso a agua corriente o inodoro), vivienda
(los tipos de materiales con los que está hecha), salud (si visitan a un
médico o si son o no vacunados), información (si tienen acceso a
libros, teléfonos o Internet), y educación y estimulación (si asisten a
clase, tuvieron estimulación temprana, entre otras cosas).
Según
la metodología nueva, un 5,9% de los jóvenes estuvieron en 2017 privados
en cuatro o más dimensiones; 12%, en tres dimensiones; 18,4%, en dos
dimensiones, y 28,7%, en una dimensión.
Con la metodología comparable, aquellos con cuatro o más privaciones mostraron una mejora entre 2016 y 2017 (pasaron de 5,8% a 4,1%). Los otros tres estratos empeoraron entre un punto, y un punto y medio, según el cálculo académico de la universidad ligada a la Iglesia.
En cuanto a la dimensión focalizada en el derecho a la alimentación, la UCA estimó que en 2017 uno de cada diez chicos reside en un hogar "vulnerable en términos de acceso a los alimentos".
La
universidad calculó que desde 2015 se registra una tendencia escalonada
en ascenso. "Esta vulnerabilidad trepa al 18% en la infancia pobre en
términos monetarios, 14% en la población que recibe asistencia económica
del Estado y 14% en el conurbano bonaerense", afirmó el estudio.
En los datos comparables, el déficit de alimentación entre 2016 y 2017 mostró un alza de 8,7% a 9,6%.
En
saneamiento, en tanto, pasó de 22,8% a 20,8%; vivienda (25,2% a 25,3%);
salud (de 22,7% a 23,1%), información (de 15,8% a 16,7%); estimulación y
educación (de 19,3% a 18,2%).
Otros datos
Según el informe académico, el 30% de los niños y adolescentes tenían en 2017 viviendas precarias de acuerdo con sus materiales de construcción. O que el déficit en el ejercicio de salud afectaba a un 23% de chicos y que un 19% registraron privaciones en el espacio de la educación. Además, que casi un 19,5% de los niños tiene problemas para acceder a tecnologías de la información.
El dato por ingresos no comparable de la UCA (elaborado bajo una nueva metodología) estimó en 2017 un 48,1% de chicos pobres.
Para el Indec, en tanto, el dato de pobreza en niños es menor: fue de 39,7%, pero para un universo entre los 0 y los 14 años.
Este es el resultado de haber votado a un crápula como Macri, porque no merece tener otra adjetivación. ENTRE SU MENTIRAS MÁS FAMOSAS FIGURA LA MULETILLA "POBREZA CERO". Algo que cada argentino tuvo que descubrir después que les fueron quitados todos y cada uno de sus derechos. No solo no agregó nada para que los infantes vivan en mejores condiciones, sino que con total desprecio y cinismo, les quitó hasta las posibilidades de alimentarse, y esa grave situación conlleva a que muchos de esos niños mueran, o en el mejor de los casos, sus cerebros estén deteriorados en su adultez por la falta de alimentación en la infancia.
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