La Corte Suprema define hoy si Lula va preso o puede ser candidato a presidente. La derecha brasileña ataca a sangre y fuego en su intento de aplastar la decisión popular, que otorga a Lula el 65 % de intención de voto, aun sin comenzar la campaña presidencial.
La audiencia se inicia a las 14 horas de Brasil y Argentina que tienenel mismo huso horario. Cinco jueces apoyarían el hábeas corpus y otros cinco lo rechazarían. La jueza Rosa Weber aún no se pronució.
En medio de un clima de tensión y presión, el Supremo Tribunal Federal (STF) de Brasil decidirá
si acepta un habeas corpus presentado por la defensa de Luiz Inácio
Lula da Silva para evitar que empiece a purgar una condena de 12 años y un mes por corrupción pasiva y lavado de dinero hasta tanto no haya agotado todas las instancias judiciales.
Si deniega el recurso, nada se interpondrá en principio a un arresto de
Lula. Caso contrario, el camino de los tribunales podría extenderse y
sobre todo dejarlo libre durante la campaña para las elecciones de
octubre, que se anuncian como las más inciertas desde el retorno de la
democracia en 1985.
El ex fiscal general Rodrigo Janot y el procurador de la operación "LavaJato"
en Curitiba, Deltan Dallagnol, se sumaron a una solicitud de al menos
5.000 integrantes del Poder Judicial para que el Supremo mantenga la
jurisprudencia que permite encarcelar a condenados en segunda instancia,
como Lula.
Dallagnol, que se define como un "seguidor de Cristo", anunció además una jornada de rezo y ayuno. "El
miércoles es el día D de la lucha contra la corrupción para la 'Lava
Jato'. Una derrota significará que la mayor parte de los corruptos de
diferentes partidos, en todo el país, jamás serán responsabilizados, ni
en la 'Lava Jato' ni más allá. El escenario no es bueno. Estaré en
ayuno, en oración y apoyando al país", escribió en Twitter.
La mira, en ese sentido, está centrada en la jueza Rosa Weber, que podría emitir el voto que incline la balanza.
El sitio de noticias Estadão
recordó que "en octubre de 2016, la ministra votó contra la posibilidad
de ejecución de la pena, como la prisión, después de una condena en
segunda instancia. 'Si la Constitución vincula con claridad el principio
de presunción de inocencia (...) a una condena, no veo cómo se puede
llegar a una interpretación distinta', dijo Rosa en esa ocasión".
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