Grave: en el primer trimestre se destruyeron 66 mil puestos de trabajo y el Gobierno presiona por la reforma laboral
Se trata de los números informados por el Ministerio de Trabajo, según
los cuales en marzo se perdieron 14 mil empleos registrados en relación
al mes anterior, con lo que se agudiza la caída respecto de diciembre de
2017. "En la medida en que se retrase la discusión de nuevas normativas
laborales, el empleo no se acelerará", amenazó un funcionario.
En medio de la profunda crisis que atraviesa el gobierno de Macri
por la situación tarifaria y la "debacle" cambiaria que dio el
empujón final para el retorno al endeudamiento con el FMI, se conocieron
datos que suman un nuevo ítem de gravedad para el panorama oficialista: el
Ministerio de Trabajo reconoció que en marzo se destruyeron 14 mil
puestos de trabajo registrados en relación al mes anterior, con lo que
se acumula la abultada suma de 66 mil empleos menos durante el primer
trimestre en relación a diciembre de 2017.
Los datos, difundidos por informes periodísticos, surgen de información
de la Subsecretaría de Políticas, Estadísticas y Estudios Laborales de
la cartera que encabeza Jorge Triaca. Según el organismo, esta caída responde a una cuestión estacional y a "una fuerte desaceleración del monotributo".
Si se comparan los números con marzo del año pasado, hubo un
crecimiento del 1,5%, al registrar 187.800 nuevos empleos. Sin embargo,
ese crecimiento interanual evidencia un dinamismo del mercado de trabajo
entre mayo y diciembre del 2017 -donde alcanzó su pico de crecimiento
interanual (2,2%)- pero cruzado con lo ocurrido durante el primer
trimestre de este año expone una desaceleración con fuertes pérdidas de empleo durante, al menos, tres meses consecutivos.
De esta manera, la brecha entre la evolución interanual del trabajo
formal y la variación de la Población Económicamente Activa (1,2%)
continúa reduciéndose. Si esta tendencia se mantiene, muy pronto la
generación de vacantes laborales no alcanzará para satisfacer la nueva
demanda de la población incorporada al mercado de trabajo.
Según especialistas, a diferencia de lo que venía ocurriendo
hasta este mes y que ocultaba el oficialismo ante medios de prensa, la
categorías de monotributo, casas particulares, autónomos y sector
público -con los miles de despidos conocidos este año- pasaron de ser
las modalidades líderes en presentar caídas generalizadas.
Como contraparte, el Ministerio de Triaca busca poner en valor una
variación intermensual de 17.400 vacantes del sector asalariado privado,
pequeña si se tiene en cuenta que significa sólo un 0,3%. Según el
oficialismo y a pesar de omitió la caída en este sector en los últimos
dos años y medio, "el hecho de que el sector asalariado pase a ser el motor de crecimiento es sinónimo de una mayor calidad de empleo".
No obstante, el Director Nacional de
Estadísticas y Estudios, José Anchorena, se encargó de lanzar lo que
parece ser el primer mensaje del Gobierno para advertir que el camino
que proponen para eludir la caída en empleo es a través de la
cuestionada reforma laboral.
"En la medida en que se vaya retrasando la discusión de nuevas normativas laborales, el empleo no se acelerará",
amenazó el funcionario. No conforme, como ejemplo colocó la aprobación
de la nueva ley de ART, que, según él, "permitió que caiga la
litigiosidad y eso permite trazar un mejor panorama".
En otro gesto de presión, incluso hacia el propio oficialismo, Anchorena pidió terminar "con
las distracciones en el Congreso y avanzar en mejorar la contratación
rápida y con una ley de empleo joven como tienen todos los países del
mundo".
Finalmente, confesó que tiene incertidumbre en cuanto al impacto de las "corridas cambiarias" en el mercado de trabajo y reconoció que las
menores estimaciones de crecimiento del PBI también provocarán un menor
dinamismo ocupacional, sobretodo en el sector informal.
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