La corte suprema de Brasil emitió un fallo contra las prácticas de la Operación Lava Jato
y por mayoría declaró inconstitucional la conducción coercitiva, el
instrumento legal para que los investigados sean obligados a testimoniar
por la fuerza, como hizo en marzo de 2016 el juez Sérgio Moro con el ex presidente Luiz Inácio Lula da Silva.
Por 6 a 5, el Supremo Tribunal Federal, máxima instancia judicial brasileña, ratificó
que llevar a alguien a declarar por la fuerza no siendo ni imputado ni
procesado debe hacerse apenas como último recurso, si la persona ya se
negó a las intimaciones formales.
El caso se inició a raíz
del inicio de alto voltaje de la Operación Lava Jato, cuando el juez
Moro envió a unos 500 policías federales a buscar al ex presidente en su
casa en Sao Bernardo do Campo para ser interrogado por un comisario.
Moro entendió en su fallo que la conducción coercitiva servía para
proteger a Lula, dada su estatura política por haber sido presidente
entre 2003 y 2010.
Moro condenó a Lula por corrupción al
encontrarlo culpable de recibir como soborno un apartamento en la playa
de Guarujá, algo que el ex mandatario niega y acusa al magistrado de
persecución para impedirle participar de las elecciones de octubre
próximo.
La corte suprema declaró inconstitucional este
instrumento apenas para personas que no hayan atendido las convocatorias
de la justicia para declarar.
La corte suprema aguarda el
pronunciamiento de la fiscal general, Raquel Dodge, antes de someter a
votación un pedido de libertad de Lula, preso condenado a 12 años y un
mes de prisión desde el 7 de abril pasado en la sede de la Policía
Federal en la sureña ciudad de Curitiba.
0 Comentarios