Para los amantes de la tecnología, del entretenimiento y el deporte en general, también es una oportunidad única para conocer y probar las innovaciones.

Es por eso que a la hora de elegir un televisor para ver fútbol hay que pensar en un par de variantes. Sin duda, una de las más importantes hoy en día es el contraste infinito.

¿DE QUÉ SE TRATA?

En muchas oportunidades las características tecnológicas de algunos dispositivos nos superan. Tienen tantas mejoras e innovaciones que no llegamos a enterarnos de todos los detalles.

Algunas nuevas pantallas tienen una feature llamada contraste infinito que permite una mayor calidad y le da la posibilidad a los usuarios de ver detalles que, de otra manera, no verían.

En una pantalla la calidad de la imagen es lo más importante y, aunque parezca raro, el negro tiene una relevancia inmensa en esto. Ahí es donde entra en importancia el contraste infinito.

Con esta característica la pantalla muestra el negro más perfecto que puede presentar una pantalla y, de esta manera, mejora la calidad de la imagen en su totalidad.


No todas las pantallas tienen la tecnología de contraste infinito. Si estás interesado en adquirir un Smart TV que lo permita, uno de los mejores del mercado es el LG OLED 4K B7P que tiene nada menos que 55 pulgadas. Ideal para ver mejor cualquier partido de fútbol.

Una pantalla no sólo se distingue de otra por tamaño y forma, sino que la tecnología de su panel es algo clave. Esto afecta tanto en su utilización como en la calidad capaz de ofrecer. Las tres tecnologías que se usan en la actualidad son: LED, OLED y AMOLED. Y esto es todo lo que debes conocer de cara a elegir tu pantalla ideal.

Las pantallas LED son las más comunes. Se utilizan en televisores, dispositivos móviles, monitores de ordenador, etc. Fabricadas a partir de un panel de cristal líquido, la diferencia respecto a las TFT LCD es que su sistema de retroiluminación está basado en leds.
Estos leds, pequeños diodos capaces de emitir una luz potente que permite mayor brillo y contraste, se pueden organizar para ofrecer una iluminación Full LED —cubre todo el panel—, o Edge LED —iluminación sólo en los bordes—.

Como imaginarás las pantallas Full LED ofrecen una mejor calidad al tener una iluminación más uniforme, sin contar que existen mejoras como el Local Dimming, un control por bloques de la iluminación.

La tecnología OLED se basa en emisores de luz orgánicos. Es decir, mediante un compuesto orgánico se consigue que cada píxel esté iluminado por separado. Esto, que parece un detalle sin importancia, es su principal virtud. Permite un control mucho más preciso y exacto del brillo y contraste, dos cualidades que mejoran la representación de color e imagen global.

Además, al controlar la iluminación de cada píxel de forma independiente los niveles de negro mejoran. Sin duda es el futuro, aunque antes los fabricantes deberán solventar problemas como el mayor coste de fabricación. Otra ventaja de los paneles OLED es que permiten construir pantallas flexibles.

Para finalizar están las pantallas AMOLED o pantallas OLED de matriz activa. Su tecnología está basada en la misma de las OLED. La diferencia radica en el uso de una matriz activa capaz de iluminar cada píxel sólo cuando se activan electrónicamente.

Esa mejor gestión de qué píxeles están encendidos o no permite a las pantallas AMOLED un consumo de energía más eficiente. Por tanto, es normal que cada vez se usen más en dispositivos móviles. Aquí, Samsung es el principal fabricante que ha apostado por esta tecnología.

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