El Gobierno despidió a 232 trabajadores de Nucleoeléctrica y a otros nueve de Dioxitek. Además, denuncian suspensiones en PIAP.
Diversas organizaciones sindicales y
profesionales de la industria nuclear repudiaron el despido de 232
trabajadores de la estatal Nucleoeléctrica y 9 de la firma Dioxitek
anunciados el viernes pasado. Además, denunciaron suspensiones en la
Planta Industrial de Agua Pesada (PIAP) de Neuquén, que paralizó su
producción en mayo del año pasado.
Aseguran la crisis del sector forma
parte de un plan de desmantelamiento llevado adelante por el gobierno
nacional.
“Esta es una nueva consecuencia que surge de haber cancelado la
construcción de la 4ta Central Nuclear Atucha III luego acuerdo del
Gobierno con el FMI. La mayoría de los despidos recayeron en el la
Unidad de Gestión, que es el área encargada del proyecto Cuarta Central.
Con esta decisión se pierden 30 años de experiencia en operación y en
la extensión de vida de la central de Embalse.
Mientras el Gobierno da
de baja un proyecto que contaría con alrededor del 70 por ciento de
participación de la industria nacional reafirma la compra llave en mano
de la quinta central en el 2022”, aseguró a través de un comunicado la
Junta Interna de ATE de la Comisión Nacional Energía Atómica. “Es
fundamental que nos unamos y demos la pelea para lograr la construcción
de la cuarta central nuclear con agua pesada de la PIAP, enfrentar los
despidos y frenar el desmantelamiento del sector nuclear”, agrega el
gremio.
“El desastre que el gobierno está haciendo en el sector nuclear, como
en muchos otros, no tiene parangón: cancela el proyecto de la cuarta
central, con financiación asegurada, de enorme interés para nuestro país
y habla de una compra llave en mano de un reactor chino en el 2022. Es
la peor de las combinaciones imaginables. Se habla del 2022 como sí
este gobierno tuviese su continuidad asegurada, en línea con las
fantasías de no pocos regímenes autoritarios”, aseguró CNEA-UyO.
“Estas
decisiones destruirán miles de puestos de trabajo altamente calificados
(aquellos que Cambiemos se comprometió en su campaña a cuidar y
fomentar) y tirarán por la borda más de 60 años de trabajo continuado y
fecundo que posicionó a nuestro país entre los más avanzados en
tecnología nuclear”, agrega el comunicado.
La crisis del sector nuclear es solo asimilable a lo ocurrido en la
década del 90 cuando el gobierno de Carlos Menem desfinanció por
completo la actividad, desmembró la CNEA e incluso intentó privatizar
las centrales nucleares, algo que finalmente no pudo concretar.
Los
trabajadores responsabilizan por el vaciamiento al ministro de Energía,
Javier Iguacel, y al subsecretarío de Energía Nuclear, Julián Gadano.
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