Macri y el nuevo “Plan Cavallo”: FMI y Dolarización, dos pilares que generaron fuertes reacciones sociales en el pasado.
Columna de
Camilo Vaca Narvaja
El pensamiento liberal encontró en la “tragedia” una herramienta eficaz para imponer políticas estructurales regresivas. En el nombre del abismo inevitable se imponen reformas en desmedro de la sociedad. Mecanismo descripto muy bien en “La Doctrina del Shock” de Naomi Klein.
Al igual que en las puertas del primer intento de dolarización encarado
por De La Rúa, el macrismo regresa con el mismo fantasma y los mismos
asesores. El Gobierno vuelve a activar el “Plan
Cavallo”: FMI y Dolarización, dos pilares que generaron fuertes
reacciones sociales en nuestro país.
Tras el fracaso de la deuda como garantía de gobierno van por la
tragedia de la dolarización. En el 2001 la sociedad se volcó a las
calles para romper el proceso de transformación de esa falsa mariposa
esgrimida por los medios como la única alternativa posible.
Hoy se comienza a hablar de un segundo intento de dolarización de nuestra moneda.
Algo que no resulta extraño, ya que el dólar es la moneda de reserva
personal de la mayoría de los funcionarios del gobierno, que, además,
esconden sus fortunas en paraísos fiscales. Mientras aclaman la defensa
de la República buscan la pérdida total de su soberanía, dando más
autonomía al BCRA y asaltando los fondos de los jubilados, todas medidas
promovidas por el FMI y abrazadas por los CEOS de Wall Street.
La columna vertebral del gobierno fue la deuda, diseñaron su accionar
en base a endeudarse a ritmos escalofriantes sin observar el cambio que
se estaba produciendo en el contexto internacional. Apostaron un pleno a
Hillary Clinton y a una globalización que promoviera las finanzas pero solo cosecharon errores. Mientras se consolidaba el proteccionismo de Donald Trump
ellos mantuvieron su fe ciega en el paradigma neoliberal perimido
llevándonos a una fuerte desregulación financiera y comercial acompañada
de un mega endeudamiento.
Hoy el imputado Luis Caputo está en el centro de comando del Banco
Central, un JP Morgan secundado por un Deutsche Bank, un combo
inigualable e inverosímil en cualquier latitud del mundo, que, pese a
las últimas medidas, fracasará nuevamente. Ya que es inviable en el
actual contexto internacional y porque sus verdaderos objetivos es
hacerles recuperar la renta a los fondos de inversión para quienes
siguen trabajando y que perdieron rentabilidad con las LEBACS luego de
la última corrida cambiaria.
Mientras el mundo condena los paraísos fiscales y caen
gobiernos y ministros que ocultaban sus millones en el exterior, el
gobierno de Macri los premia consolidando un nuevo paradigma financiero
que coloca a un agente bursatil que busca la especulación financiera en
el lugar donde se debe defender la moneda nacional. Este Gobierno contrajo una deuda histórica para financiar la fuga de capitales más dramática de la historia argentina.
Ante este complejo escenario, el gobierno repite la misma frase “lo
peor ya pasó”, como si se tratara de un slogan redentor, cuando todo
indica que, lamentablemente, lo peor recién empieza
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