Trabajadores del Ejecutivo y el Legislativo porteños usados para difundir obras del PRO
En las oficinas de Rivadavia 2577 de la Ciudad, decenas
de empleados y contratados son sacados de su horario laboral para
realizar llamados a los vecinos porteños, sin ningún tipo de pago extra.
Los detalles.
Las oficinas del primer piso de Rivadavia al 2577 siempre estuvieron
rodeadas de un halo de misterio. Durante 2015, el lugar era señalado
como un call center secreto que funcionaba como nodo de llamados
electorales del PRO. Ahora, muchos trabajadores de la Ciudad advierten
sobre la utilización de empleados y contratados del GCBA en ese lugar para realizar tareas de difusión de obras y políticas públicas del Gobierno porteño, sin ningún tipo de remuneración extra y durante su horario laboral.
Así lo demuestra un mail que circuló hace algunas semanas.
En él se pedía un listado de gente de una secretaría de la Ciudad para
presentarse el lunes 6 de agosto, de 10 a 13 horas, en las oficinas de
Rivadavia 2577. “Estimados, próximo lunes 6 de agosto tenemos call en
TURNO MAÑANA. Por favor, para mañana necesitamos presentar listados de
quienes puedan concurrir”, se lee en el texto que lleva la firma de un
funcionario del área que depende de la órbita de la Vicejefatura.
Según pudo saber este sitio, estas prácticas serían habituales y aunque
para muchos están naturalizadas, otros recalcan su malestar por tener
que acudir a las dependencias del partido amarillo. Entre los enviados a
trabajar a Rivadavia 2577 habría contratados de diferentes dependencias
de la administración pública, aunque también empleados en planta permanente.
“Somos trabajadores que no militamos en el PRO”, cuenta un joven que
suele ir a esas oficinas, y asegura que no existe ningún tipo pago
extra.
Otro de los trabajadores detalla: "Un área del gobierno de la Ciudad
coordina un call center que convoca a empleados de mi lugar de trabajo.
No convocan directamente a los empleados sino a los jefes mediante mails
que indican qué día hay que concurrir y en qué horario". Y en relación a
la obligatoriedad de las tareas agrega: “Coincide generalmente con el horario laboral. Son
tres horas y puede ser a la mañana o a la tarde, distintos días de la
semana. No sé si hay casos de voluntarios que ‘caen’ al lugar. No son
presiones, sino más bien ‘tal día vas al call center’ como parte del trabajo”.
Entre los quehaceres que deben realizar, se destacan los cientos de
llamados a los vecinos porteños para hablar de cuestiones que nada tienen que ver con su trabajo habitual.
“Cuando se establece un llamado hay que presentarse: ‘soy fulano/a,
trabajo en el gobierno de la Ciudad y formo parte del equipo de
comunicación de Horacio’. Entran llamados aleatoriamente y hay que
informar sobre temas de gestión determinados con un speach que podés
leer de la compu. Son preguntas sobre políticas puntuales del Gobierno,
como el Plan de Seguridad de la Ciudad o créditos hipotecarios que da el
Instituto de la Vivienda”, detallan.
Pero el hecho no sólo tendría lugar entre trabajadores del GCBA. No es
extraño ver en las redes sociales posteos de legisladores porteños en el
call center con sus equipos de la Legislatura mientras realizan
llamados, un hecho particular si se tiene en cuenta que muchos de los
que atienden los teléfonos trabajan para el poder legislativo, pero se comunican en nombre de Horacio Rodríguez Larreta.
“Desde el punto de vista laboral no se puede. Tanto la ley 471, que es
la que regula el empleo público de la Ciudad, como el Convenio Colectivo
o la ley 1225 de violencia laboral, no permitirían hacer este tipo de
prácticas, menos para un fin particular”, explican desde ATE Capital.
En rigor, según el artículo 11, inciso F de la ley 471, los trabajadores
de la Ciudad tienen prohibido “valerse directamente o indirectamente de
las facultades o prerrogativas inherentes a sus funciones para fines
ajenos a dicha función o para realizar proselitismo o acción política”.
Pero no sólo eso. La ley 1225 define como violencia laboral “encargarle
trabajo imposible de realizar, o tareas que estén manifiestamente por
encima o por debajo de su preparación y de las exigencias del cargo que
ocupe, o no asignarle tarea alguna”.
“El contratado, en ralidad, está fraudulentamente contratado. No tiene
un régimen específico. Los tratan casi como empleados públicos pero les
quitan todos los derechos. La ley 1225 dice que no podría ser utilizado
para otra cosa que no sea su función. Incluso si hay una amenaza de
despido en ese marco, porque el contratado va a estar presionado a hacer
eso, sería violencia laboral que está tipificada en la ley 1225”,
explican acerca de quienes no están en planta permanente.
Y resaltan: “Hasta podría llegar a haber algún tipo de defraudación al
Estado, en tanto se estarían utilizando bienes del Estado y personal del
Estado para fines particulares. Estarían utilizando el tiempo de los
trabajadores que paga el Estado para que realicen determinadas funciones
con fines de campaña particular".
La versión PRO: “Esto ya se hizo en la
campaña de 2015. Hay gente abocada específicamente al call center y hay
gente, tanto del poder Ejecutivo y el Legislativo, de los equipos que
integra cada funcionario, que charlan con los vecinos y les informan en
base a diferentes temáticas, como información de los CESAC, donde están,
cómo se pueden atender; o como el sistema de Salud Integral. Está
organizado por barrios. Se llama a todo CABA pero se va diferenciando
por barrios”, detallan desde la Legislatura.
“El objetivo es sumar gente, trabajar en equipo, es voluntario y es
esporádicamente. Es la gente que trabaja para los funcionarios. Es estar
en contacto con los vecinos y brindarle información de los servicios
que pueden utilizar. Se los puede derivar de ahí mismo al 147, pero esto
funciona aparte. No hay más que eso”, agregan, aunque sin poder
informar de qué área dependen las oficinas. Tres legisladores y una subsecretaría del PRO no dieron respuesta. Algunos, hasta borraron los posteos en redes que los mostraban junto a sus equipos trabajando en el call tras los llamados.
Antecedentes: A fines de 2015 y en plena
carrera de Macri por la Presidencia, las crónicas periodísticas
hablaban de las oficinas de Rivadavia 2577 como un “call center clandestino”,
algo así como un nodo de llamados electorales que el partido amarillo
mantenía en reserva y funcionaba a base de empleados públicos del
gobierno porteño que por esos tiempos revistaban funciones dentro de
distintas reparticiones comunales, en especial de la sede gubernamental
de Parque Patricios.
Durante años, ese lugar coincidió con el domicilio declarado ante el
fisco por la empresa GIV SRL, tercerizadora del 147 y compañía que desde
2008 fue beneficiaria de una extensión de ese contrato hasta 2018 por
un monto de 171 millones de pesos. El uso de trabajadores también quedó en evidencia en 2016,
cuando una investigación del sitio Página Popular demostró como desde las propias cuentas de funcionarios de Cambiemos convocaban a trabajar “voluntariamente” al famoso call para hacer campaña por el oficialismo.
“La utilización de empleados públicos, obligados a hacerlo bajo
amenazas de no renovación de contrato, son una práctica frecuente del
Macrismo en la Ciudad de Buenos Aires bajo la gestión del Ingeniero
Macri”, contaba por esos años la publicación y mostraba un mail del por
entonces funcionario Rodolfo Pérez, con mención al por entonces ministro
de cultura de CABA, Ángel Mahler.
“Estimados: Les recuerdo que el próximo Call Center será el Miércoles
31 de Agosto; debiendo los Voluntarios estar presentes a las 10:00 hs.
en Rivadavia 2557. Podrán ir preparando las listas? Recuerden mandar las
mismas con copia al Sr. Ministro mahlerangel@gmail.com. Mil gracias,
estamos depurando los destinatarios por favor responder OK. Rodolfo
Pérez”, detallaba la convocatoria.
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