Lula ya es el candidato de los trabajadores.

Lo proclamaron ayer en la convención del PT brasileño. La “torcida” de militantes y dirigentes petistas reunida ayer en la Casa de Portugal, centro de San Pablo, respondió efusivamente al escuchar la misiva de su líder encarcelado aceptando la candidatura presidencial desde la cárcel.

”Quieren inventar una democracia sin pueblo”, denunció Luiz Inácio Lula da Silva en la carta leída ayer durante la Convención del Partido de los Trabajadores (PT), donde fue lanzada su candidatura al Palacio del Planalto. 

“Nuestra democracia está amenazada (..) derribaron a una presidenta electa (Dilma Rousseff) y ahora  quieren vetar el derecho del pueblo a elegir libremente al próximo presidente. Quieren unas elecciones de cartas marcadas excluyendo al nombre de quien está al frente de las preferencias populares”, reforzó Lula aludiendo a las encuestas que lo dan como favorito neto.

Uno de los últimos sondeos nacionales, de la consultora Vox Populi, indicó que el petista está en la punta con el 41 por ciento de las intenciones de voto, seguido por el militar retirado Jair Bolsonaro, del Partido Social Liberal,  con el 12.

Más atrás aparecieron, ambos con cuatro puntos, la ambientalista Marina Silva y Geraldo Alckmin, el ex gobernador de San Pablo perteneciente al Partido de la Socialdemocracia Brasileña (PSDB)  que tiene como referente al dos veces presidente Fernando Henrique Cardoso (1995-2002). 

El viernes  Ibope publicó una encuesta en San Pablo, un estado esquivo para el PT donde el derechista PSDB  gobierna desde  hace más de dos décadas. Lula recogió el 23 por ciento contra el 18 de Bolsonaro en esa provincia que es el primer colegio electoral del país con 33 millones de empadronados.    

La “torcida” de militantes y dirigentes petistas reunidos ayer en la Casa de Portugal, centro de San Pablo,  respondió efusivamente al escuchar la misiva de su líder encarcelado. “Esta es la primera vez en 38 años que no participo personalmente en un encuentro de nuestro partido, pero sé que estoy presente a través de cada uno de ustedes” escribió el ex tornero mecánico en la celda a la que fue ingresado el 7 de abril, cuando sus adversarios mediáticos y judiciales creyeron estar dándole su sentencia de muerte política. 

Estaban en un error: desde entonces su popularidad ha crecido y bajó su rechazo.

El arresto, que más parece a una proscripción, fue agravado con una serie de medidas ordenadas por la jueza de Curitiba, Carolina Lebbos, cuyos movimientos posiblemente son guiados po sur colega Sergio Moro, el mentor de Lava Jato. Lebbos, de la primera instancia federal,  prohibió que el candidato pueda conceder entrevistas, participar en  debates televisados y grabar spots de campaña.

La titular del PT, Gleisi Hoffmann, confirmó oficialmente la postulación de Lula ayer a  las 13.19 horas, luego de que los convencionales la aprobaron por aclamación. Generalmente contenida, Hoffmann hizo el anuncio con gesto rotundo y la voz inflamada. “Compañeros y compañeras, este es un momento histórico, yo quiero mandar un recado a la red Globo de televisión, a pesar de ustedes nosotros estamos aquí y Lula es nuestro candidato, somos millones de Lulas”,  afirmó Hoffmann.

Completó Paulo Pimenta, jefe del bloque petista de diputados: “Si Brasil nunca precisó tanto de Lula y Lula nunca precisó tanto de nosotros, lo que está en juego es si vamos a derrotar el golpe”. Pimenta contó que visitó recientemente a Lula en el presidio donde lo vio “con sus 72 años, sudado”, haciendo gimnasia y preparado para entrar de lleno en el combate hacia el Palacio del Planalto.

Banderas rojas flameando  y la consigna “Lula Libre” marcaron la llegada del público a la Casa de Portugal, poco después de las 9 horas.  Hubo una ovación, una de las más sonoras del día, para saludar la presencia de  la expresidenta y flamante candidata a senadora Dilma Rousseff.

La red Globo y el juez Sergio Moro fueron los más criticados en los primeros discursos realizados en el palco donde se encontraban el excanciller Celso Amorim, que esta semana fue recibido por el Papa  y Fernando Haddad, ex alcalde de San Pablo escogido para formular el programa de gobierno. Amorim y Haddad integran la lista de la que surgirá el compañero de fórmula de Lula. En ese listado hay varios nombres, entre los que figuran la candidata presidencial Manuela D´Avila, del Partido Comunista de Brasil y Jaques Wagner, del PT, ex gobernador del estado de Bahia. 

Las negociaciones para definir quien será el número dos de la fórmula no son sencillas puesto que ese dirigente será el candidato presidencial si el poder (partido) judicial vetan la postulación de Lula, algo que parece bastante probable.


En una pantalla gigante fue proyectado el mensaje enviado por los campesinos sin tierra que están en huelga de hambre desde la semana pasada en Brasilia donde demandan al Supremo Tribunal Federal deje en libertad a Lula.

 Después de los sin tierra,  subió al tablado paulista Wagner Freitas, presidente de la Central Ünica de los Trabajadores. “Lula es el único que está en condiciones de revocar la reforma laboral. En el próximo gobierno tenemos que enfrentar al empresariado (..) es el momento de la lucha de clases”, avisó el hombre de la CUT.


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