Los organizadores de la marchita en el Congreso tienen frondosas causas penales por lavado de dinero, robo de identidad, malversación de dinero público, coimas, entre otras, en una larga lista de figuras penales que caen sobre ellos.

Luciano Bugallo -el hombre de Carrió- y de Benedetti -dirigente, ex Patricia Bullrich que, distanciado de esta última,  se colocó bajo el ala de Lombardi, nada más y nada menos,  Mario Negri, Graciela Ocaña, Fernando Iglesias, Waldo Wolff, Mariana Zuvic, Paula Oliveto y Carolina Píparo, entre otros, usaron sus redes sociales y su presencia en medios para promover la marcha intentando resaltar que lo hacen "a título personal".

Pero como la convocatoria no alcanzó para llenar un metro cuadrado en el Congreso, recurrieron a la billetera y sumaron a los ávidos evangelistas, que tienen alto olfato con el dinero, y así pudieron hacer un poco de ruido, claro no por mucho tiempo, dado a que solo consiguieron personas de más de 55 años, pasibles de contraer neumonía por las bajas temperaturas reinantes en la noche porteña.

Desde la Rosada intentaron desmarcarse de la marcha. No obstante, un importante puñado de legisladores de primera línea dejó al descubierto el claro vínculo entre el macrismo y el #21A.

Quedó al descubierto también la desesperación que los conduce a poner en práctica actos que no solo lindan con lo ridículo, sino que exhiben también la antesala de su propio final.

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