El clásico de Antoine de Saint-Exupéry atravesó décadas y mundos para llegar al presente con una interpretación que no respeta al autor ni  la lengua castellana, considerada la más rica en expresiones idiomáticas.

El lenguaje no cambia a través de los años, se expande  y se nutre basado en sus reglas, adopta vocablos y modismos acordes, justamente, con esas reglas.

Pero, que pasa cuando se mansilla una obra literaria, y en especial en la que ya es un clásico de la literatura mundial? Tal es la cuestión en el caso de la edición de "El principito", que fue publicada con lenguaje inclusivo.

"Pido perdón a les chiques por dedicar este libro a un adulto", es la frase que encabeza el texto de Antoine de Saint-Exupéry "traducido"  por Julia Bucci. As,  y con esa deformación del lenguaje, lanzaron una reedición de este clásico, que no viene a incorporar mayores conocimientos a las nuevas generaciones que aún no lo han leído, sino que van a tener que hacer malabarismos para interpretar lo que plasmó el autor.

Aquí un ejemplo:



Según los "creadores" de esta deformación del lenguaje, ya no deberíamos decir pena, deberíamos reemplazarla por "pene", a señoras por "señores", y así... en una seguidilla de ridiculeces interminables que no solo no suman en el conocimiento, sino que vienen a uniformar, discriminando a ambos sexos.

Los seres humanos no somos híbridos, ni hermafroditas, ergo esta "modalidad" atenta contra la identidad humana. Ahora que pasa si lo usamos para todo, como por ejemplo en lugar de decir perro decimos perre,  o carro lo reeplazamos por carre....entre los millones de ejemplos que se pueden citar, y de los cuales todos podemos reírnos....quién puede entenderlo? 

La misma editorial que publicó esta versión de "El principito inclusivo"  tiene en su catálogo a "La principesa" (no confundir con "La princesa"), una edición en la que la protagonista dibuja un volcán dormido en lugar de una serpiente que se comió un elefante para que quien lea el libro no se traumatice con la imagen de un animal comiendo a otro, con lo cual, no solo deformaron la tapa de la obra sino que no entendieron como funciona la cadena alimentaria en el mundo en que vivimos.

"El principito inclusivo" ya se comercializa a $420 en Argentina. El desconocimiento es un muy buen negocio para muchos.

Sondeo

0 Comentarios