Vacaciones para pocos: apenas el 21% de quienes viven en Capital y Provincia puede irse de vacaciones.

El sondeo del CEM deja en evidencia el deterioro de la situación económica en especial entre quienes solían veranear dentro del país. Quienes lo hacen en el extranjero sintieron menos el impacto de la crisis.


Apenas dos de cada diez de los habitantes del Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) puede tomarse vacaciones este año. En medio de la profunda crisis económica, la caída del salario real y la disparada de los precios por la inflación en los destinos turísticos locales y por la devaluación en el exterior, vacacionar este año será privilegio de unos pocos.


Así se desprende del VIII Monitor de Clima Social realizado por el Centro de Estudios Metropolitanos (CEM) de la Universidad Metropolitana para la Educación y el Trabajo (UMET).
De acuerdo con ese estudio el 70% de los habitantes del AMBA no planea tomarse vacaciones este verano. Apenas el 13% de las personas consultadas aseguró que lo hará a algún destino turístico dentro del país mientras que el 8% proyecta hacerlo en el exterior. El restante 9% dijo no saber todavía.

En la comparación interanual el impacto de la profundización de la crisis económica se hace evidente. En diciembre del año pasado el 60% de los consultados aseguraba que no se iba a tomar vacaciones, mientras que el 26% iba a hacerlo dentro del país y el 11% en el exterior.
El impacto de la crisis se profundiza además si se observan las respuestas de los entrevistados por zona geográfica:

En el oeste del conurbano el 80% no planea irse de vacaciones y en el sur el 75%.

En la ciudad de Buenos Aires el año pasado salió de vacaciones el 56% de los entrevistados mientras que de cara a este verano sólo el 32% tiene planeado hacerlo.

Además donde se observa una mayor caída es entre quienes aseguran que vacacionarán dentro del país dejando en evidencia que los sectores más pudientes, los que veranean en el exterior no fueron tan afectados como los que lo hacen en el país.

"La crisis económica vivida en 2018 tiene distintas aristas vinculadas al clima social: mayor miedo a perder el trabajo, mayor nivel de deudas personales, menos consumo de alimentos y aumento de desesperanza económica. Ante esta situación, un inmensa mayoría de la sociedad sin poder viajar de vacaciones, es una muestra más. No la más grave, sin dudas, pero sí un aporte que se suma al malestar social”, afirmó el Director del CEM, Matías Barroetaveña.

0 Comentarios