Aun así, Macri resiste y timbea fondos públicos (ANSES) para sostener su candidatura.
Macri
salió este jueves a ratificar su candidatura a la reelección, después
de jugar todas las fichas para controlar la corrida de los mercados con
intervenciones del Banco Central, los bancos Nación y Provincia, sobre todo los fondos de la
ANSES - a la que viene echándole el guante desde que llegó a la Rosada - y el compromiso de los exportadores que ya no apuestan todas las
fichas a su continuidad.
En
otra jornada negra para la Argentina, la combinación de ventas de
dólares billetes y a futuro junto con la compra de títulos públicos
logró hacer retroceder al valor del pico de la jornada hasta cerrar con
leve suba y bajar el riesgo país de los simbólicos mil puntos a 935
puntos al cierre.
En la Casa Rosada y las usinas oficialistas se
insistió en culpar a la oposición. Incluso se identificó a ex
funcionarios de Cristina Kirchner como responsables de generar la
corrida. Pero el pánico se inició desde las pantallas que reprodujeron
informes como el del JP Morgan: "La estrategia política resulta
inconsistente para mantenerse en el Gobierno", evaluó.
"La presión sobre el riesgo país y el tipo de cambio generan un círculo vicioso que aumenta las expectativas de inflación" y "frente
a esto, el mercado parece buscar un freno a esta situación.
Las medidas
anunciadas la semana pasada se quedaron cortas y sumaron más dudas",
sostuvieron. Y en la conclusión final, advirtió: "Las medidas
desplegadas para controlar la inflación tendrán un impacto limitado y
probablemente negativo".
Toda la operación de control de daños
fue, como cada medida que toma el Gobierno, supervisada desde Washington
por los técnicos del FMI.
En el FMI prefieren ver al dólar más
alto, cerca del techo de la banda de flotación. Creen que así se
garantiza corregir los desequilibros de la balanza de pagos y desalentar
la fuga de divisas, el ahorro clásico de los argentinos que aún tienen
posibilidad. Pero el
equipo de Nicolás Dujovne y Guido Sandleris advierten a sus tutores que
con un dólar subiendo tan rápido es imposible evitar un espiral
inflacionario que aleje cada vez más las chances electorales de Macri, y aunque perdió las preferencias del Fondo y los mercados, todavía resiste con su intención de presentarse.
La
duda instalada es cuánto más puede aguantar con una candidatura que se
desploma frente a las encuestas y no seduce al poder económico ni
financiero.
La tormenta financiera puso estos días en riesgo la
única medida con alguna chance de tener impacto sobre la sociedad: el
congelamiento de precios de una canasta muy básica de alimentos, el
compromiso de no seguir aumentando tarifas de servicios públicos y pedir
a las petroleras que acompañen con menores incrementos de los
combustibles.
El plan Productos Esenciales quedó en zona de
riesgo con la primera falta a la palabra: el Gobierno no cumplió con
garantizar la estabilidad macroeconómica. El mismo lunes del
lanzamiento, un empresario lo definicó así: "Si el dólar trepa se cae el congelamiento".
En lo que va de la semana el dólar subió 7,25% con pico de 10%. Además,
se anuncia un aumento de combustibles y las paritarias en el gremio de
la alimentación siguen abiertas.
Este jueves, otro empresario evaluó el momento: "Hay que ser Harry Potter para saber qué puede pasar"
0 Comentarios