La grave crisis económica, producto de la "gestión" de Macri, terminó, al igual que con miles de pymes y otras empresas de mayor envergadura,  con el cierre de dos plantas de La Campagnola tras 70 años de producción


La histórica compañía perteneciente a Arcor cerró dos plantas de producción en Mendoza poniendo en riesgo 125 puestos de trabajo ya que el mejor de los casos serían reubicados en otras provincias. La dura situación económica y financiera también golpea a importantes marcas como Grimoldi y Musimundo.

La grave situación económica y financiera que atraviesa la Argentina producto de las políticas de Macri terminó en el cierre de dos plantas de la reconocida compañía La Campagnola. Ubicadas en la localidad mendocina de San Martín desde 1950, la firma que ahora pertenece a Arcor pone en juego 125 puestos de trabajo.

Por ahora se le comunicó al Sindicato de Alimentación que Arcor le ofrecerá a los empleados el 100% de las indemnizaciones y para aquellos que quieran permanecer en la planta les darán la posibilidad de trasladarse a Villa Mercer en San Luis a 300 kilómetros de distancia.

Mientras tanto la empresa argumentó que "los últimos tres años han dejado muy malos balances", el intendente de San Martín Jorge Giménez declaró que “es terrible lo que está pasando. Ahora sucede con esta empresa, pero antes se habían ido otras. Es la política de Cambiemos. Ya le ha pasado a muchos comercios chicos y ahora le llega a estas empresas"

La Campagnola S.A.C.I llegó a la Argentina en 1912, fundada por Silvio y Luis Benvenuto. Iniciaron la empresa comercializando productos que importaban desde Italia, como conservas de pescado y de tomates, y exportando productos argentinos hacia Europa. Los productos se comercializaban con la figura de una campesina (campagnola en italiano).

En 1933 decidieron afincarse en la Argentina, transformando la firma en una empresa industrial y comercial. En ese año, se abrió la primera planta en Mar del Plata, dedicada a la elaboración de conservas de pescado. En 1950, durante el primer gobierno de Juan Domingo Perón, se expandió y abrió estas plantas en Mendoza.

Otras marcas importantes que han sufrido bajas en estos días fueron la reconocida firma de calzados Grimoldi que además de la caída de las ventas producto de la situación actual se le suma que el 70% de sus cuentas comerciales a pagar están constituidas en dólares mientras que factura en pesos, un escenario al menos complejo ante la volatilidad cambiaria.

“La devaluación del peso argentino impacta directamente en la rentabilidad de Grimoldi a través del esquema de importaciones y el pago de regalías por las licencias de marcas extranjeras. El 80% de las ventas del 2018 fueron de productos importados”, detalla un informe elaborado recientemente por la calificadora de riesgo Fix.

Por otro lado, otro grande en caída es Musimundo que después de cerrar locales en Santa Fe, San Juan y la ciudad turística de Bariloche se sumó otra sucursal más al derrotero. Este fin de semana bajó sus persianas el histórico local ubicado sobre la avenida Cabildo entre Sucre y Pampa, en el barrio de Belgrano. De esta forma, ya suman 32 las sucursales de Musimundo que fueron cerradas desde el año pasado a la fecha.

El comercio minorista sigue derrumbándose


Según el informe de la CAME, las ventas minoristas cayeron un 13,4 por ciento en abril, respecto del mismo periodo de 2018. En lo que va del año acumula un descenso del 12,1%. La caída en los locales fue del 15 por ciento y ni siquiera la venta online ayudó: subió apenas un 0,3 por ciento. Crece la preocupación en el sector pyme.

La Confederación Argentina de la Mediana Empresa dio a conocer el relevamiento referido a abril en el que registró una caída del 13,4 por ciento en las ventas del sector minorista. De esta forma, el indicador acumuló 16 meses consecutivos en negativa.

La tendencia bajista se dio en todos los rubros. Las caídas anuales más relevantes se vieron en el sector calzado y marroquinería, con una cifra del -22, por ciento. Lo secundaron las joyerías y relojerías (-16%). En el caso de bazares, el descenso fue del 16, 9%. En tanto, en lo que respecta a electrodomésticos, artículos electrónicos y celulares la picada fue del 15,6%.

Del total de los comercios relevados el 73,3 por ciento tuvo declives anuales en términos de ventas.

En cuanto a alimentos y bebidas, la caída fue del 8,6% y acumuló así un declive de 6,2 por ciento en los primeros cuatro meses de 2019.

La tendencia a la baja se dio en todo el país, pero las provincias más perjudicadas fueron Tucumán, Jujuy, y Santiago del Estero.

En el sector, las expresiones de incertidumbre e inestabilidad se replican por doquier. Las expectativas son muy bajas pese a la batería de medidas anunciada por el Gobierno el mes pasado.

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