Causa de los cuadernos: un ex funcionario apuntó al Gobierno y denunció extorsión judicial.
Se trata de Rafael Llorens, ex asesor legal del Ministerio de Planificación, que estuvo 8 meses preso porque no accedió a ser arrepentido.
Uno de los acusados de la causa basada en las fotocopias de los cuadernos de un chofer, el ex funcionario Rafael Llorens,
se opuso que el caso sea elevado a juicio, pero como considera que
seguro se realizará, aseguró que en esa instancia se demostrará la extorsión judicial y pidió su sobreseimiento.
“La
imputación está construida sin pruebas válidas y sobre la base de
dichos de imputados que fueron extraídos bajo algún tipo de engaño o
coerción y dictados en función de un libreto pre concebido”, advirtió el
defensor de Llorens, Mariano Silvestroni.
Llorens, ex asesor legar del Ministerio de Planificación, estuvo 8 meses preso porque no accedió a ser arrepentido. Su abogado dijo que se lo convirtió en un “muerto civil”, sin pruebas concretas “por no acomodarse a la historia oficial”.
“La
demostración de la extorsión judicial será el objeto específico del
juicio oral en caso de que la causa sea (contra derecho) finalmente
elevada a dicha instancia procesal”, indicó.
Las críticas a la Oficina Anticorrupción
Al
responder al pedido de requerimiento de elevación a juicio que hizo el
fiscal Carlos Stornelli, la defensa de Llorens pidió el sobreseimiento y
cuestionó el rol de la Oficina Anticorrupción como querellante o parte
acusadora.
“La Oficina Anticorrupción se
encuentra legalmente inhabilitada para promover la acción penal contra
mi cliente en esta causa, en razón de haber ejercido una actuación
conceptualmente corrupta, en tanto guiada por intereses particulares que
son antepuestos al del conjunto social que debería custodiar”.
“Ello
es consecuencia de las declaraciones de su titular (Laura Alonso) en
cuanto, sin vergüenza ni ambigüedades, afirmó que no actúa como
querellante en las causas dirigidas a funcionarios de su sector
político, reconociendo, por lógica consecuencia, que sólo actúa como
querellante contra funcionarios que provienen de otro sector político, concretamente del sector al que pertenece mi cliente”, dice la presentación firmada por el abogado Mariano Silvestroni.
El
letrado citó las declaraciones de Laura Alonso en los medios y advirtió
que “este reconocimiento pone de manifiesto que la actuación de la OA
se aparta del rol que le asigna su ley de creación, instituyéndose como
una persecución política, discriminatoria e inconstitucional”.
“Y
eso es justamente lo que planteamos en este escrito: la imposibilidad
actuar en la causa de la OA respecto de nuestro cliente, en tanto
presunto autor de delitos que la propia OA ha decidido no perseguir
penalmente cuando la sospecha recae sobre los integrantes del gobierno
al que pertenece su titular”.
"Libreto" y "tiranía"
El letrado califica el accionar del estado como “tiranía” por no respetar los derechos y garantías de libertad que la Constitución de un Estado debe resguardar.
“La
imputación está construida sin pruebas válidas y sobre la base de
dichos de imputados que fueron extraídos bajo algún tipo de engaño o
coerción y dictados en función de un libreto pre concebido que
fue tomado como única pauta de verdad, de modo tal que los imputados
supieran en todo momento: a) que si “colaboraban” se salvaban de la
cárcel; y b) que colaborar no era decir la verdad sino ajustarse al
guion que surgía de las fotocopias de los presuntos cuadernos
incinerados”, dice uno de los párrafos del escrito.
“Esto resta todo valor probatorio a la prueba de cargo y exige el inmediato sobreseimiento de mi cliente”, remató el letrado.
La
defensa denunció que la investigación fue un “proceso irregular y
contrario al estándar constitucional y convencional en materia de
garantías, se han limitado severamente todos los derechos procesales de
mi cliente, se lo detuvo durante 8 meses, se lo transformó en un muerto
civil con un embargo multimillonario, sin pruebas concretas que lo
justifiquen, como castigo implícito por no haber aceptado acomodarse a
la historia oficial y en franca violación (una vez más) al principio de
igualdad ante la ley”.
La falta de pruebas de cargo, es otro de
los argumentos de la defensa para solicitar el sobreseimiento. Refutó
las anotaciones del chofer Oscar Centeno en cuadernos “incinerados”.
“Jurídicamente las anotaciones incineradas no sirven como prueba contra
mi cliente”. “Ninguna de las anotaciones da cuenta de que mi cliente
haya recibido dinero de parte de Isolux y Electroingeniería”, como se
afirmara en la investigación. “Por lo demás, ni el Sr. De Goycochea
(arrepentido que declaró respecto de Isolux) ni Ferreyra
(Electroingeniería) confirmaron esos hechos sino todo lo contrario”,
explicó el abogado.
La declaración de Fariña
Luego
dedicó unos párrafos al mediático Leonardo Fariña y la utilización de
sus declaraciones como prueba. “La incorporación “a la Dalessio” de los
dichos de Fariña en esta causa para perjudicar a Rafael Llorens es una
prueba elocuente del modo ilegal en el que se construyó la imputación”.
“Recordemos
que Fariña aparece declarando ante el Fiscal rebelde, (en referencia a
Stornelli) sin que éste tuviera delegada la causa, en un acto
claramente irregular, instrumentado mediante el insólito recurso de
incorporar una copia parcial de un escrito presentado en otra causa”.
“Pero
lo cierto es que los presuntos dichos de Fariña no dan cuenta de hechos
que este comodín de Comodoro Py haya percibido por sus sentidos, ni da
cuenta de sus dichos, ni de su fuente de conocimiento. La valoración de
su “testimonio” (coherente con el curso del proceso) no hace más que
corroborar la precariedad probatoria de la imputación”.
“En tren
de acudir a comodines (la impropia utilización del tipo de la asociación
ilícita, la imputación global para evitar fundamentar responsabilidades
individuales) nada mejor que echar mano del acomodado estrella de la
Argentina, abonado al multimedios desinformante y a sus jueces y
fiscales acólitos. Dicho en otros términos: como nada hay llamemos a
Fariña”, se explayó el letrado sobre el conocido arrepentido de otra
causa en la que se investigan maniobras de lavado.
“No existe
ningún vínculo entre un acto funcional concreto de Rafael Llorens con
algún hecho irregular de los investigados en esta causa. En
consecuencia, el argumento basado en la función de mi cliente no hace
más que confirmar lo que se viene diciendo: como no hay nada en su
contra, como no tienen ninguna prueba concreta, necesitan acudir a
generalidades y abstracciones para suplir las lagunas y abonar el relato
al que se aferran como si fuera la tabla de Carnéades”, en referencia a
la expresión del filósofo sobre la tabla en el mar a la que intentan
aferrarse dos náufragos.
Luego rebatió el delito de asociación
ilícita por el que está acusado LLorens, figura que ha sido borrada de
las acusaciones a empresarios.
“En este caso, a Rafael Llorens se
le atribuye un sólo hecho de recepción de dádiva que contrasta en mucho
con la situación de otros, como por ejemplo el imputado Calcaterra o
Pescarmona”, dos de los empresarios a los que la Cámara ha desprocesado
de la figura de asociación ilícita.
“La presunta intervención en
un hecho concreto de recepción de dádivas no es suficiente para
sospechar la integración de una asociación con permanencia,
organización, indeterminación de planes delictivos y demás”, explicó el
defensor.
Para finalizar pidió el sobreseimiento de Llorens y la reserva de acudir a Casación y a la Corte Suprema de Justicia.
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