Miles de manifestantes comenzaron a concentrarse este mediodía en las
plazas de Santiago en el marco de la huelga general convocada por
organizaciones sociales y sindicatos para apoyar el reclamo de los estudiantes
en contra del aumento del boleto del metro. "Que se vayan los
milicos" y "¡Chile despertó!", gritaban a coro los manifestantes en la
céntrica plaza Italia, frente a los Carabineros dispuestos en un gran
operativo de seguridad en el centro de la capital chilena, que continúa
bajo estado de emergencia.
La nueva huelga general fue convocada después de un fin de semana de
manifestaciones violentas y con la ciudad completamente militarizada.
Más de veinte organizaciones sociales convocaron a manifestarse en apoyo el reclamo estudiantil y
denunciar “la represión y el uso de la fuerza desmedida” ejercida por
los Carabineros. La cifra de víctimas fatales se elevó a diez el domingo
por la noche tras el hallazgo de dos cuerpos calcinados en el incendio
de un supermercado de productos industriales.
El segundo toque de queda ordenado por el presidente Sebastián Piñera
terminó este lunes a las 9 de la mañana, con un enorme despliegue
policial y militar en las calles de la ciudad. El metro de Santiago abrió parcialmente una de sus líneas luego de estar totalmente paralizado desde el viernes cuando comenzaron las protestas por la suba del pasaje.
Si
bien desde el Gobierno anunciaron que además de la Línea 1 del metro,
que recorre de este a oeste la capital chilena, se dispondrían micros
municipales e interurbanos para satisfacer la demanda de transporte, las
organizaciones sociales convocaron a una huelga general enfatizando que
el llamado es no ir a trabajar para poder “luchar y marchar junto a los jóvenes”.
“Porque
no es solo por les estudiantes, es por nuestros padres y madres. Por
nuestros abueles. Es por todos los abusos y las violaciones a los
derechos humanos, por la represión contra la lucha justa del pueblo, por
la dignidad de la vida, decimos fuerte y claro #PiñeraRenuncia”,
sostuvieron desde la Federación de Estudiantes de la Universidad de
Chile.
Anoche Piñera había dicho que su gobierno estaba "en guerra
contra un enemigo poderoso", razón por la cual el mandatario decretó el
estado de emergencia en la ciudad de Santiago y otras nueve regiones
del país. Por la presión social el presidente tuvo que dar marcha atrás con el aumento de la tarifa del metro que subió de los 800 pesos a los 830 (1,7 dólares).
La convocatoria a la huelga general
La Confederación de Estudiantes de Chile (Confech) llamó a la movilización de este lunes para exigir “transporte público digno y de calidad” y expresar “que no aceptaremos más abusos”.
Los jóvenes, reunidos tanto en la Confederación como en otras entidades
estudiantiles, y con el apoyo de organizaciones sociales y sindicales,
llamaron a “copar y evadir” nuevamente las estaciones de metro.
Pese a que el disparador de las protestas fue la suba del boleto del metro, el estallido social desencadenó el repudio generalizado contra las políticas económicas del gobierno de Piñera.
“Gran parte de nuestras familias deben vivir con el ingreso mínimo”,
sostuvieron los estudiantes ante la nueva convocatoria, quienes
remarcaron a su vez la grave situación de los jubilados con “pensiones
indignas” otorgadas bajo el sistema de AFP.
“Se hace difícil para nuestras familias soportar alzas
injustificadas en el sistema de transporte, el cual no otorga
condiciones dignas al viajar hacinados, posee pésima conectividad
especialmente en zonas rurales y zonas extremas del país, no existe una
frecuencia coherente con la demanda y entrega pésimas condiciones
laborales”, afirmaron los estudiantes.
La convocatoria a la huelga
de este lunes también remarca que en los últimos años movilizarse por
el territorio nacional “se ha vuelto cada vez más caro producto de las
constantes alzas en los peajes” en las rutas que son concesionadas y
“amasan grandes fortunas con este robo amparado por los gobiernos”.
Por últimos, la Confech repudió la represión y el uso de la
fuerza “desmedida” ejercida durante el fin de semana por los
carabineros, que tiraron gases lacrimógenos dentro de las estaciones del
metro. Los estudiantes se sumaron también al reclamo de los
trabajadores del metro que piden estatizar el servicio y retirar a los
Carabineros de las estaciones.
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