"Una Argentina solidaria, más igualitaria", aseguró Alberto Fernández
que será su objetivo, en su primer mensaje como presidente electo, luego
de imponerse en las elecciones en primera vuelta por el 48,10 por ciento
contra el 40,4 por ciento de Macri.
En el marco de máxima alegría que rodeó desde temprano al búnker del Frente de Todos, Fernández
concluyó a viva voz: "El Gobierno volvió a manos de la gente, volvió a
manos de los argentinos".
Hubo lugar para la emoción cuando junto a
Cristina Kirchner recordaron a Néstor Kirchner, al cumplirse nueve años
de su fallecimiento. Fernández contó que aceptó la invitación para
desayunar hoy con Macri en la Casa Rosada para empezar a negociar la
transición, en medio de la crítica situación económica.
En principio, el
Banco Central anunció anoche que el cepo al dólar pasó de 10 mil a 200
dólares mensuales. Con una diferencia de votos sensiblemente menor que
en las PASO, buena parte del triunfo se basó en la diferencia obtenida
por el Frente de Todos en la provincia de Buenos Aires, donde Axel
Kicillof consiguió una contundente victoria por casi 14 puntos de
diferencia en la pelea por la gobernación contra María Eugenia Vidal.
En
cambio, la ciudad de Buenos Aires volvió a exhibir su condición de
bastión macrista al posibilitarle la reelección al jefe de
gobierno Horacio Rodríguez Larreta.
Alberto Fernández habló del triunfo de "un nuevo orden, una nueva
lógica", respecto a los cuatro años del macrismo. Como en la campaña,
subrayó el rol de la educación pública, la salud pública, los jubilados,
como elemento distintivo de lo electo ayer. "Lo único que nos preocupa
es que los argentinos dejen de sufrir de una vez por todas", afirmó.
Mencionó que no era "el frente de nosotros, sino el frente de todos" el
que se había impuesto, por lo que "sólo nos queda cumplir con lo
comprometido". Tanto en el discurso ofrecido dentro del bunker como a la enorme multitud que abarcó más de 10 cuadras, congregada afuera, sobre avenida Corrientes, dedicó un párrafo
para recordar a Néstor Kirchner. "Gracias Néstor, donde estés. No sería
justo sino lo reconociera", mencionó.
Cristina Kirchner votó temprano en Santa Cruz y luego se trasladó a
Buenos Aires. Cuando llegó al bunker, recién trascendían los primeros
datos del centro de cómputos. De los brindis y los festejos, se pasó a las consultas
telefónicas. Pero luego fue quedando claro que esa diferencia no se
podía achicar, que faltaban contar muchos votos de la Provincia y que el
triunfo en primera vuelta estaba firme. La ex presidenta comenzó su
mensaje mencionando a las Madres y a las Abuelas de Plaza de Mayo y
agradeció el cariño que había recibido durante estos años, tanto en su
nombre como en el de sus hijos Máximo y Florencia. Consideró el triunfo
de Kicillof, una elección suya, como "un inmenso orgullo" y "un
reconocimiento político".
Le avisó a Fernández que se tomaría "un
atrevimiento", que fue mandarle un mensaje a Macri: "Que hasta el 10 de
diciembre tome todas las medidas para aligerar la situación dramática"
que sufren hoy los argentinos.
Sin globos
Los discursos en el Frente de Todos, en Chacarita, arrancaron a las
22.45, cuando desde Costa Salguero ya habían reconocido las derrotas. El
primero en salir a un escenario sin globos fue Rodríguez Larreta, el
único victorioso al imponerse por el 55,8 al 35,1 por ciento a Matías
Lammens y evitar con comodidad el ballottage, uno de los fantasmas que
rodeaban la elección. Su mensaje estuvo concentrado en la Ciudad.
Luego fue el turno de María Eugenia Vidal, que se encargó de dejar en
claro que pensaba continuar trabajando en política. "Yo voy a seguir
comprometida con ustedes", avisó, quien
hasta hace muy poco era considerada la política de mejor imagen del
país, casi invencible. "Hoy Dios me dio un descanso para que recupere
mis fuerzas", buscó minimizar la dura derrota.
A diferencia de Larreta y Vidal que subieron junto a todos sus
colaboradores, Macri se presentó acompañado sólo por Miguel Angel
Pichetto. Felicitó al presidente electo y aseguró que su intención era
iniciar una "transición ordenada". A falta de logros palpables que
mostrar, dijo que su gestión había iniciado "otra cultura del poder,
otra forma de gobernar", algo que luego desmentirían los discursos de
los candidatos del Frente de Todos. "Ojalá que ese compromiso de diálogo
que nunca tuvieron ahora lo ejerzan", le replicaría Fernández. Como la
gobernadora, Macri también dijo que seguirá. "Esto recién comienza. Como
les prometí, vamos a estar ahí para defender en lo que creemos", cerró.
Recién entonces subió su esposa y el resto, incluyendo la
vicepresidenta Gabriela Michetti, de quien primero observó que "se
perdió en el camino".
Provincia y adentro
En toda la Argentina, el Frente de Todos repetía los
buenos porcentajes de agosto. Pero, sin dudas, el triunfo en primera
vuelta se sustentó en lo obtenido en la provincia de Buenos Aires. "Lo
que ganó fue la política, la movilización popular", definió Kicillof
anoche sobre su campaña a pulso en el territorio bonaerense. El
gobernador electo evitó un discurso de tono festivo y eligió hacer un
crudo cuadro de la situación que recibirá. "Es de tierra arrasada",
afirmó.
De los dos millones de votos de diferencia del Frente de Todos a
nivel nacional, un millón y medio se debía a los votos bonaerenses. En
intendencias como La Matanza, Merlo, Malvinas Argentinas, Berazategui y
Ezeiza, el Frente de Todos superaba el 60 por ciento y se acercaba a esos
guarismos en San Martín, Esteban Echeverría, Escobar y Lomas de Zamora,
por poner algunos ejemplos. Además, conseguía arrebatarle al macrismo
los municipios de Morón, General Rodríguez y Quilmes. En Pilar se
contaba voto a voto y también perdió el macrismo. Varios intendentes macristas se salvaron con la
estrategia del corte de boleta.
Tensión forzada
La jornada electoral se desarrolló en un marco de tensión,
especialmente por la psicosis creada en los días previos desde el
oficialismo que venía insistiendo a sus simpatizantes en la necesidad de
realizar una mejor fiscalización que en las PASO. Por la mañana, el
jefe de Gabinete, Marcos Peña, sostuvo que tal vez hubiera que esperar
al escrutinio definitivo para conocer el resultado de las elecciones,
dando la idea de una paridad que nunca existió.
Además de provincia de Buenos Aires y CABA, ayer también se eligió
gobernador en Catamarca y La Rioja y en ambas ganó el Frente de Todos.
En La Rioja se imponía Ricado Quintela con el 43,1 por ciento frente
al radical Julio Martínez, que obtenía el 27,3. El ex gobernador Luis
Beder Herrera, que se presentó por fuera del PJ con la lista "Nuestra
Rioja", conseguía el 19,7 por ciento. Quintela es el intendente de la
capital riojana y fue designado por el gobernador Sergio Casas luego de
que fuera impedido por la Justicia para presentarse para un nuevo
mandato.
En Catamarca, el candidato del Frente de Todos, Raúl Jalil --también
intendente capitalino-- se imponía con comodidad con el 60,8 por ciento
de los votos contra el 33,1 por ciento de Roberto Gómez, de Juntos por
el Cambio.
ESTA ES LA MEJOR SEÑAL DE QUE "EL GOBIERNO El GOBIERNO VOLVIÓ A MANOS DE LA GENTE, A MANOS DE LOS LOS ARGENTINOS", COMO BIEN LO MANIFESTÓ EL PRESIDENTE ALBERTO FERNÁNDEZ..
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