Alberto Fernández en el encuentro del Grupo de Puebla 


Líderes de Sudamérica se reúnen en Buenos Aires para discutir cómo trabajar por la igualdad social y la equidad en la región. La cumbre se desarrolla bajo el lema "El cambio es el progresismo" y está marcada por la liberación de Lula. "Estoy feliz de que esté libre", dijo Fernández.

Alberto Fernández habló este sábado la reunión del Grupo de Puebla que se desarrolla en Buenos Aires. “Estoy feliz de que Lula esté libre”, planteó el presidente electo en la apertura formal del encuentro, marcado por la liberación del ex mandatario brasileño tras 580 de cárcel.

Fernández electo cerró el panel que compartió con los ex presidentes de Colombia y Brasil, Ernesto Samper y Dilma Rousseff, respectivamente, y el ex ministro de Educación brasileño Aloizio Mercadente. El mandatario electo celebró la liberación de Luiz Inácio Lula da Silva y contó también que habló con el presidente francés Emmanuel Macron.

“Vocé tem que ganar en Argentina”, dijo que le "ordenó" Lula tres veces cuando lo visitó en prisión. “Cumplí, gané. Y pondremos en pie a la Argentina”, celebró. Reivindicó, además, que “no hay que dudar de estar junto al que padece injustamente”.

Fernández remarcó que “el continente no pasa por su mejor momento” y que “los mejores vínculos políticos nacen de los vínculos personales del entendimiento”. Señaló que “donde renació la esperanza es en México” y que Andrés Manuel López Obrador “vuelve su mirada sobre América Latina por primera vez” como no lo hacía otro mandatario mexicano en décadas.

“El continente necesita esto. Hace cuatro años había agobio, el conservadurismo llegaba para quedarse”, señaló y apuntó que se vio en este período cómo “se demacran instituciones” y criticó, entre otras cosas, la prisión del ex vicepresidente ecuatoriano Jorge Glass.

“Somos todos hijos de la democracia, padecimos dictaduras y respetamos los derechos del otro y del pensamiento ajeno, respetamos como muchas veces no nos respetan. Así vamos a hacer la democracia igualitaria”, añadió.

Fernández se disculpó por llegar tarde y contó el motivo. “Hablé una hora con el presidente Macron, una charla espléndida, hablamos de Lula, Brasil, Venezuela, Argentina, sentí que él me entendía”. Contó que que le dijo al presidente francés que “con Lula libre soplan otros vientos” y que “la unidad es indisoluble entre Argentina y Brasil, no la romperán gobiernos de coyuntura”.

También dijo que hablaron de Chile y Bolivia. Sobre la situación chilena apuntó que hay una lucha por la equidad y que él ayudará desde el 10 de diciembre a Sebastián Piñera, aunque matizó: “Él es quien tiene la llave”. En cuanto a Bolivia no dudó en afirmar: “Hay una clase dominante que no acepta que un boliviano parecido a los bolivianos gobierne el país”.

En el cierre, remarcó que “no es una utopía vivir en un continente igualitario. Lula lo logró, ahora ha vuelto la desigualdad. El que se diga progresista no puede vivir en paz con su conciencia, así, tenemos 5 millones de pobres”. Recordó la "ética de la solidaridad” de la que hablaba Raúl Alfonsín, Evita y Perón,y agradeció al Grupo Puebla: "De allí saldrán los dirigentes que harán la América que soñaron los próceres del siglo XIX. Los grandes hombres también nacen en el siglo XXI”.

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