Alberto llamó a Macri para condenar en conjunto el golpe en Bolivia, pero el líder PRO pateó la pelota afuera.
El presidente electo mensajeó y luego llamó a su par saliente para
hablar del golpe de Estado en Bolivia, saber cuál sería la postura
oficial del gobierno argentino y coordinar una postura común de condena,
pero el actual mandatario se negó. Además, el líder PRO reveló que hay
un ministro de Evo Morales alojado que en la Embajada argentina en ese
país y qué hará con él.
En un evidente gesto de diálogo y hasta alterando el orden establecido
-en general, los contactos son iniciados por el presidente saliente-, Alberto
Fernández whatsappeó y luego llamó a Macri para encontrar una
postura común ante el evidente y formalmente probado golpe de Estado en
Bolivia contra Evo Morales, pero no fue posible porque el líder PRO se
negó y luego su Gobierno habló de "período de transición".
Según diversas versiones periodísticas, minutos después de la renuncia
de Evo, el presidente electo le mandó un mensaje de Whatsapp a su par
saliente. La idea era lo obvio: hablar del "golpe de Estado" en
Bolivia, tal es su posición pública y lo que evidentemente pasa en ese
país frente a los motines policiales y la intervención de las FF.AA que
empujaron a la renuncia del mandatario boliviano.
Finalmente hablaron por teléfono después de las 19. Fernández buscó
algún punto de acuerdo para sondear si podía existir una comunicación en
línea, es decir que tanto el saliente como el flamante presidente expongan miradas
similares. Según dejó casi sobreentendido, esos enfoques parecidos
debían referir a un "golpe de Estado" y, palabras más o palabras menos,
condenarlo.
Intentó, incluso, la decisión de esperar saber qué haría Macri antes de
expresar su posición pública.
No hubo chances. Macri se negó a condenar el
golpe de Estado, intentó eludir todo lo posible opinar y, como para
mostrarse conciliador, sólo le reveló a Fernández información
confidencial: le contó que había un funcionario del gobierno de Morales
alojado en la embajada argentina en La Paz, quien sería un ministro de
la gestión plurinacional.
Fernández le pidió a Macri que no se le ocurra “entregarlo”, porque su vida estaría en riesgo en ese caso.
Macri habló de una "persona resguardada". Fuentes del
albertismo contaron que el líder PRO puso en duda qué haría en caso de
que haya un pedido de detención del funcionario boliviano, por
lo que no queda claro si para el mandatario saliente es o no lo mismo
"entregarlo a ese loco de Camacho" con o sin pedido de detención.
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