Después de 4 días de "autoproclamarse" ilegalmente como jefa de Estado, con un saldo, hasta el momento, de miles de ciudadanos gravemente heridos y ocho muertos, Añez lanza amenazantes mensajes a Alberto y también a Macri.
En una conferencia de prensa ante medios internacionales en en el
Palacio Quemado de La Paz, Jeanine Áñez sugirió con tono soberbio que el
presidente electo argentino ignora qué pasa en Bolivia, ante la postura
de este último de que en ese país hubo un golpe de Estado. En tanto, la
mandataria autoproclamada también le hizo llegar un polémico pedido al
líder PRO.
La reina de la ignorancia, ahora enfundada en una investidura presidencial ordenada desde el país del norte, sale a hablar bajo las órdenes de los usurpadores de siempre, no midiendo las consecuencias futuras que finalmente va a tener por haberse convertido en el títere del golpe de Estado, que Trump y alineados diseñaron para arrebatarle el litio a la hermana nación de Bolivia.
Mientras en el país vecino continúan las manifestaciones pacíficas contra el golpe de Estado. El Poder Ejecutivo de facto reprime con violencia aumentando día a día la cantidad de asesinados, y la
autoproclamada presidenta de Bolivia Jeanine Añez envía amenazantes
mensajes tanto al mandatario argentino electo Alberto Fernández como -y
hasta sorprendentemente- al jefe de Estado saliente Mauricio Macri.
Por un lado, quien actualmente lidera el gobierno dictatorial en
Bolivia aseguró ayer que Fernández está mal informado si considera que
Morales sufrió un “golpe de Estado”. “No tiene la información correcta”,
aseguró, entre amenazante y soberbia, en una conferencia de prensa ante
medios internacionales en en el Palacio Quemado de La Paz.
“Aquí el golpe de Estado lo sufrimos los bolivianos el 20 de octubre”, agregó, con unas elecciones “descaradamente fraudulentas”.
La referencia de Añez está vinculada con las supuestas irregularidades
que la oposición a Morales denunciaba, a las que luego se sumó la OEA.
Sin embargo, investigaciones de prestigiosas organizaciones
internacionales y científicos demostraron que ni la OEA habló de
"fraude" sino de "irregularidades", que ni atribuyéndole a la oposición
todos los votos del MAS en las 274 mesas cuestionadas se logra perforar
la barrera de los 10 puntos de distancia que evitaban la segunda vuelta,
que la propia organización internacional que dirige Luis Almagro había
recomendado el sistema de conteo que se usó en el escrutinio provisorio y
que, incluso el propio Almagro había legitimado el fallo que permitió a
Evo participar de los comicios.
Por esta razón, Añez instó a Fernández a disponer de “la información correcta” al pronunciarse sobre la salida de Morales a México, donde se encuentra asilado.
Fernández confirmó este jueves en Uruguay que si hubiera estado al
frente de la jefatura de Estado en su país, habría dado asilo a Morales.
“Le hubiera ofrecido asilo el primer día. Argentina es casa de todos
los bolivianos”, declaró Fernández a los medios en Montevideo. También
dijo en declaraciones radiales que "la gestión de Luis Almagro será
recordada como una de las más penosas" de la OEA y que exigía "que la
democracia vuelva a Bolivia cuanto antes y sin proscripciones”, por las
palabras de Añez cuestionando las chances de participación de Evo e
incluso del MAS.
Por otra parte, Añez sorprendió al enviarle también un polémico mensaje a Macri,
presidente argentino al que le queda menos de un mes de mandato. La
canciller del gobierno golpista Karen Longaric estuvo ayer con
funcionarios argentinos durante el primer discurso que dio ante el
cuerpo diplomático extranjero.
Longaric le dijo a diplomáticos argentinos en
La Paz que esperaba que el presidente Macri "fuera más claro" con
respecto a la situación de Áñez. Ocurre que el líder PRO, ante
los cuestionamientos por no reconocer lo ocurrido como golpe de Estado
incluso en su espacio político, aún no la reconoce como presidenta,
hasta tanto "decante" la situación política en Bolivia.
En ese encuentro, la funcionaria golpista
también renovó su amenazada a Alberto Fernández. Su gobierno, dijo,
considerará una "interferencia" en sus asuntos internos que le digan que
la renuncia de Morales fue un golpe de Estado. Esa es la postura del gobierno entrante y de casi todos los radicales aliados a Macri en Juntos por el Cambio.
La pregunta es: por cuanto tiempo podrán sostener el golpe.
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