El pago de un bono a fin de año es una de las primeras medidas que el Frente de Todos podría tomar en respuesta a una emergencia inflacionaria que ya lleva tres meses, con índices de precios que no bajan del 4 por ciento mensual y escalan hasta el 6. La avalancha de aumentos que está cayendo sobre los sufridos argentinos después de las elecciones es tan o más intensa que la que se produjo entre las PASO y los comicios del domingo. 

Asì, el Frente de Todos analiza un bono de fin de año para trabajadores, jubilados y titulares de asignaciones. Las presiones del FMI. Las opciones de financiamiento alternativas que manejan en el equipo de Alberto Fernández.

Macri se despide con una descarga de subas en bienes y servicios que está a la altura de lo que fue su gestión: un desastre. Cambiemos se va con el record de la mayor inflación en tres décadas. Este año rondará el 60 por ciento. Es la prueba de su incapacidad para gobernar.

Al respecto, la diputada Fernanda Vallejos expuso lo siguiente:

Un bono de 3000 pesos para los jubilados, que representa un plus del 20 por ciento para la jubilación mínima y del 10 para la media, y otro de 1500 pesos para la Asignación Universal por Hijo, equivalente a un incremento del 55 por ciento, tendría un costo fiscal del 0,15 por ciento del PBI. “Para ponerlo en otra dimensión: sería el 6,6 por ciento de los intereses de la deuda acumulados en el año”, compara la diputada Fernanda Vallejos (Frente de Todos), quien elaboró una propuesta en esa dirección. 

“Después, en el marco del acuerdo social, habrá que definir una política general de ingresos. Pero un bono de fin de año sería para aligerar la situación en el aquí y ahora”, analiza la economista.

El electorado del Frente de Todos seguramente lo espera con ansiedad, así como aguardaba señales reparadoras de otro orden y aplaudió el encuentro de Fernández con Braian Gallo, el presidente de mesa discriminado en Moreno. “El próximo gobierno tiene que hacer sentir rápido que hay un nuevo clima en el país. Tiene que dar soluciones. Un bono a fin de año me parece una medida acertada”, señala un economista que participará de la próxima administración. 

El monto y el alcance de los pagos a jubilados, perceptores de asignaciones y trabajadores públicos y privados será materia de discusión. Lo que está claro es que el espacio institucional para avanzar con políticas de recomposición de los ingresos será la mesa del acuerdo social.

También se requiere de un gran pacto nacional para fortalecer la posición de un gobierno que deberá encarar una dura negociación con el FMl. “Fácil no va a ser. El Fondo no va a venir amistosamente. Van a querer imponer condiciones. Será cuestión de hacerles entender el nuevo orden de prioridades. Ellos saben que los números no cierran y magia tampoco se puede hacer. Para poder pagar la deuda hay que crecer y para crecer lo primero que hay que hacer es ponerle plata en el bolsillo a la gente”, anticipa Vallejos la pulseada con el organismo de crédito.

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