El gobernador electo de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, le
da los últimos toques a su plan de gobierno y al gabinete con el que
llevará adelante sus propuestas. Sensibilidad, orden, transparencia y
mucha muñeca política son los pilares sobre los que se proponen trabajar
sus colaboradores en una provincia que sufrió las consecuencias de las
políticas neoliberales y del feroz endeudamiento que impulsó la gobernadora
saliente, María Eugenia Vidal, a lo que se sumó la crisis económica
generada por el macrismo a nivel nacional. Los intendentes esperan
ansiosos las definiciones de la nueva gestión.
"Primero se va a conocer el gabinete de Alberto Fernández y lo más
probable es que después se oficialice el gabinete del gobierno de Buenos
Aires", dijo un dirigente peronista bonaerense.
Los
nombres del gabinete bonaerense están cerrados bajo siete llaves y la
intención de los asesores y del propio Kicillof es que sigan de esa
manera hasta que se termine de definir el equipo de funcionarios de
Alberto Fernández. "Si a la Nación le va bien a la provincia le va
bien", insisten los dirigentes bonaerenses, expectantes de la nueva
etapa que se abre el 10 de diciembre.
Con nombres todavía en danza, para la cartera de Educación provincial estaría casi confirmada Agustina Vila,
integrante de la mesa chica de Kicillof. Se trata de un área caliente
por la ardua negociación que tendrá con los docentes en esta nueva
etapa. Vila es politóloga especialista en educación y es la secretaria
académica de la Universidad Nacional de José C. Paz.
Otra
área de gobierno sensible sobre la que el peronismo y sus aliados
quieren poner un esfuerzo importante para recomponer es la de Agroindustria, que quedaría a cargo de Augusto Costa.
Ex secretario de Comercio durante la gestión de Kicillof en el
Ministerio de Economía nacional, Costa cuenta con una parte del trabajo
de acercamiento hecho por el propio Kicillof durante la campaña y por
algunos intendentes que oficiaron de puente para ablandar la relación.
Para Economía, Kicillof tiene pensado designar a quien lo acompañó en la Secretaría de Finanzas durante su gestión en el Estado nacional: Pablo López, que tuvo en su mano la negociación con los fondos buitre.
Es casi un hecho que su jefe de campaña, Carlos Bianco, será el jefe de Gabinete y el posible presidente del Banco Provincia será Juan Cuatrommo. En el Ministerio de Desarrollo Social, que tendría un rol importante en los primeros años del gobierno, la indicada sería Fernanda Raverta, licenciada en Trabajo Social y ex candidata a intendenta de Mar del Plata.
El área de Salud quedaría a cargo de Daniel Gollán, a
quien acompañaría Nicolás Kreplak, un tándem que ya trabajó en el
ministerio nacional en los últimos años de la presidencia de Cristina
Fernández. La Secretaría General pasará a manos de Federico Thea,
actual rector de la Universidad Nacional de José C. Paz, y para el
Ministerio de Gobierno figura en carpeta la senadora provincial Teresa
García. García, sin embargo, tiene importancia en el armado legislativo
de Kicillof: ella es de su íntima confianza y en el terreno
parlamentario el gobernador electo apuesta a generar vínculos porque
tiene pocos legisladores propios.
Dos ministerios importantes
todavía no tienen nombres ciertos: por un lado Seguridad y, por otro,
Infraestructura, dos áreas clave para la gobernación, y a las que miran
con interés los intendentes. Los mandatarios municipales también esperan
definiciones en el Ceamse y el Grupo Bapro. Seguramente, el paso de
Cristina Fernández por Quilmes este viernes apacigüe en parte los ánimos
y acelere la definición de los nombres en los ministerios que aún resta
resolver.
La espera podría extenderse un día más, ya que se
analiza la posibilidad de que la asunción
de Kicillof sea el 11 de diciembre y no el 10, para que no se superponga
con el traspaso de mando presidencial entre Macri y Alberto
Fernández, en cuyo marco el Frente de Todos prepara un festival y espera
una
concentración popular para celebrar el nuevo gobierno.
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