Por día, once empresas quebraron o entraron en concurso preventivo, solo entre enero y septiembre.
A lo largo de los primeros nueves meses del año aumentaron en un 40%
las quiebras y concursos por parte de las empresas, además la
devaluación post PASO resultó destructiva. "Si este número se proyecta
al total del país, son 11 compañías diarias que quebraron o entraron en
concurso", señalaron.
Los datos son abrumadores, corresponden a la Ciudad de Buenos Aires, la
Provincia y a la provincia de Córdoba, allí se concentra el 61% de las
empresas registradas. Según un relevamiento del Centro de Economía
Política Argenyina (CEPA) con datos del tercer trimestre del año se
desprende que siete empresas argentinas quiebran o entran en concursos
de acreedores cada día.
"En total, es un promedio de siete empresas que entraron en
concurso o quebraron por día hábil, mientras que, en los primeros tres
trimestres de 2018, eran seis. Si este número se proyecta al total del
país, son 11 compañías diarias que quebraron o entraron en concurso", explica el documento, que relevó los datos de las justicias comerciales de Capital, la provincia de Buenos Aires y Córdoba.
Con los datos del CEPA se desprende que en el tercer trimestre del 2019
la suma de concursos y quiebras de empresas y personas suman unos 1.203
casos, un 15% más que en los tres primeros trimestres de 2018. Si este
número se proyecta al total del país, son 11 empresas diarias que
quebraron o entraron en concurso. Del total, un 53% (638 casos)
se concentraron en la ciudad de Buenos Aires, 29% (344 casos) en la
provincia de Buenos Aires, y 18% (221 casos) en Córdoba.
"El promedio de siete empresas diarias que entró en crisis
recientemente representa tanto un indicador de la gravedad de la crisis
económica actual, como una alerta sobre el riesgo sistémico en
el futuro cercano de continuarse tensionando la cadena de pagos y el
deterioro sobre la situación financiera de las empresas”, alertaron a Infobae los economistas Nicolás Salerno, Ezequiel Paz, Tomas Romano y Eva Sacco, autoresl de informe.
El proceso de concurso corresponde con la solicitud judicial de una
empresa para lograr una readecuación que le permita acordar con sus
acreedores la cancelación de las deudas y continuar su actividad. Esta
situación, en caso de no concretarse, puede derivar en una solicitud de
quiebra, que es la liquidación de bienes mediante remate judicial hasta
la cancelación del total de las deudas reconocidas.
Entre las empresas concursadas en los últimos meses, se
encuentran Avian Líneas Aéreas, la marca de alfajores Grandote, Porta
Hermanos (elaboradora del fernet 1882 y los aceites y vinagres Casalta) y
las marcas de indumentaria Ayres y AY Not Dead. En tanto, la quiebra
más resonante del año fue la de OCA, decratada en abril, tras un pedido
de la AFIP.
“Cuando los procesos preventivos, concursos y quiebras aumentan significativamente es debido a que las condiciones macroeconómicas hacen inviable que se mantenga la actividad por causas que le son ajenas. Lo que en definitiva ocurre es un proceso de destrucción económica de valor. Cuando
hay lugar a una crisis que amerita este tipo de medidas, se produce
tanto un corte en la cadena de pagos como la destrucción de puestos
laborales. Luego de este evento, aparece un efecto cascada en los
acreedores, incluyendo a los trabajadores que ven afectada su fuente
laboral”, indicaron desde el CEPA.
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