Sin protección política, el fiscal lo comunicó ante la Procuración
General. Todavía resta que lo haga ante el juzgado de Dolores donde lo
investigan por su relación con el falso abogado Marcelo D'Alessio.
El fiscal federal Carlos Stornelli anunció ante la Procuración General
que se presentará a la declaración indagatoria ante el juez federal
Alejo Ramos Padilla que eludió durante casi ocho meses, con faltazos a
seis citaciones en la causa donde se investiga una trama de espionaje
con mezcla de actores políticos, judiciales y de inteligencia estatal y
para estatal.
Parte del argumento, que dejó trascender, es que ya elevó a
juicio la causa de los cuadernos, ya que él considera que la causa que
tramita en Dolores pretendía debilitar aquella. Lo cierto es que después
de las PASO quedó claro que empezaba a perder protección política y, ya está en condiciones de emitir su dictamen el consejo evaluador de cinco fiscales que podría propiciar su juicio político.
Por ahora, el abogado de Stornelli, Roberto Ribas, informó la
decisión a la Procuración, ante la secretaría que se ocupa de los
asuntos disciplinarios a cargo de Juan Casanovas.
Sin embargo, aún no lo
hizo ante el juez Alejo Ramos Padilla y esa comunicación se realizaría
en las próximas horas para que le fijen una fecha para la indagatoria.
La primera citación al fiscal federal se remonta al 27 de febrero, y la
declaración de rebeldía es del 28 de marzo.
A Stornelli se le imputan al
menos ocho hechos de espionaje ilegal, que lo vinculan con el falso
abogado Marcelo Sebastián D’Alessio, algunos de los cuales guardan
relación con causas judiciales y otros no.
El
anuncio del fiscal rebelde coincide con la inminente decisión del
consejo evaluador de la Procuración, cuyos integrantes acordaron entregar sus votos este jueves, después de
un proceso extenso y burocrático que le dio oxígeno a Stornelli. Son dos
expedientes los que están en juego: uno es un sumario y está focalizado
en la situación de rebeldía del fiscal y su reticencia a presentarse a
dar explicaciones, lo que implica una discusión de puro derecho; el otro
es un expediente donde se analizan las presuntas maniobras de espionaje
y el comportamiento de Stornelli, en sintonía con la causa penal.
¿Qué
pasará ahora con estas actuaciones? Según explican allegados al
organismo, el trámite debería continuar como estaba previsto por lo
menos hasta el momento en que se concrete la indagatoria.
Una
mayoría entre los fiscales que intervienen (que son Oscar Ciruzzi, Julio
Piaggio, Adriana García Netto, Alejandro Alagia y Guillermo Pérez de la
Fuente) estaba hasta ahora inclinada hacia el sumario por la rebeldía
por aconsejar la apertura del juicio político, el único procedimiento
que podría quitarle los fueros al fiscal para que pueda ser llevado por
la fuerza pública a declarar.
Dos de los fiscales propondrían la
apertura directa de un jury, otros dos admitirían una intimación previa
cuyo incumplimiento derivaría en el juicio político, y un solo fiscal se
inclinaría por el archivo por considerar que Stornelli utiliza una
estrategia de defensa.
Respecto del sumario por los delitos, habría
coincidencia en dejarlo en suspenso hasta que se resuelva en la causa
penal si cometió algún delito.
Si bien lo que dice este consejo
no es vinculante y la última decisión la toma el procurador interino,
Eduardo Casal, tiene mucho peso. De hecho el grupo de fiscales fue el
que le recomendó abrir el sumario por la rebeldía, y Casal avanzó. Actuó
un fiscal sumariante, Marcelo Retes, que se tomó muy en serio los 60
días hábiles que tenía de plazo –estirados al máximo con la feria
judicial en el medio—y finalmente dijo que Stornelli había cometido una
falta grave, que merece un apercibimiento y que había que intimarlo a
que se presente a declarar.
Sólo si Stornelli se presenta a la
indagatoria, el sumario por la rebeldía quedaría abstracto y seguirá su
curso normalmente la causa penal. Si fuera procesado con prisión
preventiva, no se haría efectiva hasta tanto le saquen los fueros que le
dan inmunidad como fiscal. Como sea, los siete meses que pasaron sin
definiciones configuran una situación escandalosa para el Ministerio
Público Fiscal.
Stornelli fue señalado por el denunciante original de la causa de
Dolores, el empresario Pedro Etchebest, quien relató la extorsión de
Marcelo D’Alessio que le prometía salvarlo de una falsa acusación en la causa de los cuadernos y que contó que el abogado trucho
lo llevó a Pinamar, donde estaría el fiscal.
Pero a lo largo de la
investigación fueron surgiendo otros casos, como la denuncia del
empresario venezolano Gonzalo Brusa Dovat, llevado por D’Alessio ante
Stornelli a declarar para abrir una causa contra la petrolera Pdvsa
mientras era presionado con una supuesta causa; también surgieron otros
casos de aprietes con alguna conexión con el caso cuadernos, como el
denunciado por el ex secretario de Cristina Fernández de Kirchner, Pablo
Barreiro, y el armado de cámaras ocultas contra abogados. Pero también
fueron detectadas presuntas operaciones más ligadas a la vida personal
del fiscal, como el espionaje al ex marido de su actual esposa, Jorge
Castañón, un piloto de aviación con quien el propio Stornelli había
tenido una amistad, y a quien habría monitoreado D’Alessio, quien
incluso le ofrecía al fiscal plantarse algo ilegal en su equipaje, concretamente cocaina.
Así las cosas, los dos temas claves que se
vienen son la posible fecha de indagatoria y el enigma sobre qué hará el
consejo evaluador, que ya tiene todo para expedirse. Algunas especulaciones
hablan de un acuerdo de Stornelli con el procurador interino para jubilarse en
el verano, una opción que de todos modos podría dejarlo penalmente expuesto.
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