María Fernanda Silva será la nueva embajadora argentina en el Vaticano. Es diplomática de carrera y será la primera mujer al frente de la embajada ante la Santa Sede.
Poco antes de que el presidente Alberto Fernández inicie su viaje a
Europa, que tendrá su primera escala en el Vaticano para un encuentro
personal con el Papa Francisco, trascendió en Buenos Aires que María
Fernanda Silva, diplomática de carrera, la primera mujer argentina
afrodescendiente incorporada al servicio exterior del país, será la
persona propuesta para ocupar la embajada de nuestro país ante la Santa
Sede. El pliego de Silva será presentado en las próximas horas en la
Nunciatura Apostólica para recibir el placet correspondiente.
De esta manera se dejan de lado todas las especulaciones respecto de
que el presidente Fernández consultaría con el Papa acerca del nombre
del o la representante de Argentina ante el Vaticano, algo que nunca
estuvo previsto ni en el procedimiento ni en el temario de la agenda con
Francisco.
De confirmarse la
designación, María Fernanda Silva será la primera mujer en ocupar la
titularidad de la embajada argentina ante el Vaticano, un lugar que ya
conoce porque fue la segunda en esa delegación hasta el 2015.
María Fernanda Silva es católica, la primera afrodescendiente en el
servicio exterior argentino al que ingresó hace tres décadas. Entre otros destinos acompañó también a Alicia Castro cuando la dirigente política estuvo al frente de la embajada en Venezuela, y fue ministra de la embajada en Ecuador, país en el que también cumplió funciones ante la secretaría de UNASUR.
Entre los criterios que habrían llevado a la cancillería a proponer su
nombre, además de tomar en cuenta la paridad de género que se ha
impuesto como línea de trabajo para todo el gobierno, se consideró
también que Silva se destaca por su militancia en las vertientes populares del catolicismo y por su defensa de los derechos de los migrantes, una de las banderas del Papa Francisco desde que asumió su pontificado.
María Fernanda Silva es descendiente de caboverdianos por parte de padre y madre. Estaba
casada y tuvo una hija, pero su matrimonio obtuvo una nulidad canónica
por parte de la Iglesia Católica debido a que quien fue su esposo
decidió inclinarse por el sacerdocio. Siendo obispo de Buenos Aires, el propio Jorge Bergoglio acompañó el proceso que culminó con la declaración de nulidad matrimonial para
la pareja, que actuó de común acuerdo en el tema, y la ordenación
sacerdotal del varón. Según el derecho canónico, la ley eclesiástica, la
mujer es soltera.
Debido a la intervención que Bergoglio tuvo
en el proceso eclesiástico legal y al acompañamiento que hizo de la
pareja, y por las funciones anteriores de Silva en la Santa Sede, Francisco conoce personalmente a quien sería la nueva embajadora argentina ante el Vaticano.
Con la designación de la nueva embajadora se estaría cerrando un
capítulo que aparejó algunos debates en el interior del propio gobierno,
a partir del trascendido inicial del nombre de Luis Bellando como
representante argentino ante la Santa Sede. La propuesta había recibido
objeciones de diversa índole, incluso algunas adjudicadas a la Iglesia,
algo que fue directamente desmentido por las fuentes eclesiásticas que
señalaron que dicha postulación ni siquiera llegó a considerarse.
Otro de los nombres que se había barajado y que ahora parece finalmente
descartado fue el de María del Carmen Squeff, una diplomática de
carrera, embajadora ante Francia desde febrero de 2014 hasta principios
de 2016, cuando fue relevada por Macri.
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