Tras cuatro años de ahogo por parte de Macri, Alberto le da respiro a los clubes
A través de una resolución general publicada en el 
Boletín Oficial, el Gobierno introdujo modificaciones favorables a las 
asociaciones civiles extendiendo el decreto 1212/2003. Durante su 
mandato, Macri ahogó a los clubes del fútbol argentino para 
intentar instalar el modelo de Sociedades Anónimas Deportivas que no 
prosperó por la determinación de un grupo de dirigentes nucleados en la 
casa madre.
El Gobierno de Alberto Fernández publicó este lunes la resolución 
general 4670/2020 donde extiende y mejora el decreto 1212/2003, por el 
cual las asociaciones civiles como los clubes atléticos con fútbol 
logran necesarias exenciones impositivas por su activo rol social. 
Durante los cuatro años de Gobierno de Cambiemos, Macri lo 
modificó para ahogar a los clubes en búsqueda de implementar el modelo de Sociedades Anónimas Deportivas. 
El punto clave está en el artículo 3 donde se señala cuales son las obligaciones que están alcanzadas por el sistema especial como los
 aportes y contribuciones con destino al Régimen Nacional de Obras 
Sociales, Aportes al Sistema Nacional del Seguro de Salud, Cuotas del 
Régimen de Riesgos del Trabajo y los aportes y contribuciones a 
la seguridad social correspondientes al personal afectado a los 
Institutos Educativos dependientes de las entidades mencionadas en el 
artículo 1° de la presente.
Esto es clave porque hay muchos clubes sociales que tienen institutos 
educativos que hacen un enorme aporte a la comunidad como es el caso del
 Instituto Vélez Sarfield en la Ciudad de Buenos Aires o el complejo 
educativo del Club Lanús o de Independiente en la provincia de Buenos 
Aires.
Además se dispone que "la Asociación del Fútbol Argentino (AFA) 
deberá confirmar la nómina de los clubes de fútbol que al día 31 de 
julio de 2019, inclusive, se encontraban alcanzados por el presente 
régimen, dentro del plazo de CINCO (5) días hábiles 
administrativos contados a partir de la fecha de publicación, inclusive,
 de la presente en el Boletín Oficial".
Por último se detalla que "la presente resolución general 
entrará en vigencia el día de su publicación en el Boletín Oficial, y 
resultará de aplicación para las obligaciones alcanzadas por el régimen 
establecido por el Decreto N° 1.212/03 y su modificatorio a partir del 
día 1° de enero de 2020, inclusive, y para la confección de las
 declaraciones juradas determinativas correspondientes a los períodos 
mensuales devengados enero de 2020 y siguientes".
La continuidad del régimen especial del decrero 1212/2003 fue 
uno de los pedios que el presidente de la casa madre del fútbol 
argentino Claudio "Chiqui" Tapia le planteó a Alberto Fernández en la 
reunión de Casa Rosada a días de haber asumido. El Presidente 
de todos los argentinos había dado su compromiso de ponerse del lado de 
los clubes sociales luego de cuatro años de presión por parte de 
Balcarce 50. 
Aún
 queda en el recuerdo la conferencia de prensa de Alberto Abad, titular 
de la AFIP macrista y del ex secretario general de presidencia Fernando 
De Andreis en octubre del 2016 donde acechaban judicialmente a los 
clubes para obligarlos a reconvertirse en SAD. Pero la presión no fue 
solo impositiva, más allá de lo político, el macrismo destruyó a los 
clubes pagando tarifazos infernales.
Por ejemplo un club como Lanús que cuenta con 700 empleados, 200 
correspondientes al complejo educativo y sostiene cuatro predios con 
amplias actividades sociales para brindar lo que muchas veces no da la 
política, pasó de pagar 95 mil pesos de luz en 2016 a pagar 760 
mil pesos por mes en 2018. Ni hablar de los más humildes, como el Club 
Social y Deportivo Liniers que sufrió el corte del suministro de agua 
por una deuda infernal con Aysa, mientras la empresa repartía dinero a la dirigencia macrista de Boca Juniors para que paseen a los periodistas. 
El modelo que aplicó Macri en el fútbol argentino y que hoy defienden, 
entre otros, el presidente de Talleres de Córdoba Andrés Fassi, es el 
modelo político de la desigualdad la que hoy se refleja en la 
inequitativa Superliga. Ese modelo que premió el presidente de la FIFA 
Gianni Infantino, quien se alínea a los Estados Unidos para definir 
modelos que le quitan peso a las confederaciones y hacen negocios con 
los clubes empresas nucleados en la Asociación Mundial de Clubes que 
encabeza, otro amigo de Macri, el español Florentino Pérez. 

 

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