Un Macri ya acabado, repartió culpas a diestra y siniestra para evitar realizar una autocrítica sobre el fracaso de su Gobierno.
Muy lejos de la autocrítica por sus fracasados cuatro años de gobierno y decidido a repartir las culpas de semejante fracaso a diestra y siniestra, Macri profundizó la grieta cada vez más profunda que divide a Cambiemos.
El grupo que encabezan Emilio Monzó y Rogelio Frigerio salieron este martes a responder las críticas de un Macri derrumbado que no cuidó ni hasta a los propios.
En una entrevista televisiva Macri lamentó haber "delegado" en ellos dos el diálogo con la oposición peronista durante su gobierno. "Después de esto, Monzó y Frigerio creen que la convivencia en Juntos por el Cambio será imposible", aseguró este martes el diputado nacional Sebastián De Luca, un dirigente cercano a ellos.
"La gestión y la estrategia política se definía en la jefatura de Gabinete, sus 'ojos y oídos', como Macri definió. No éramos nosotros quienes tomábamos esas decisiones, sí participábamos desde nuestro rol lógico, al que le dedicamos nuestra vida completa", completó De Luca.
"Nunca apelamos a la grieta como especulación electoral, siempre buscamos el diálogo, consensos y buscar acuerdos. Así lo seguiremos haciendo porque fuimos y somos coherentes y responsables", disparó el legislador monzonista.
Frigerio hizo días atrás un nuevo llamado a la "autocrítica" opositora, y a la necesidad de "ampliar" el espacio, una política que comparten, entre otros, Horacio Rodríguez Larreta, Martín Lousteau y María Eugenia Vidal.
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