La barbarie exhibida en Plaza de Mayo fue orquestada por Patricia Bullrich, quien en claro estado de demencia alcohólica, recorre, arrastrándose como un reptil, empresas en búsqueda de recursos monetarios para bancar su campaña, en la cual se postula a las elecciones de medio término, creyendo que ese centenar a los que inocula odio le serán suficientes para lograr una banca.
Bullrich es la responsable de ese ataque a la democracia, y también es pasible de sendas denuncias penales por evidentes amenazas de muerte , actos sediciosos, incitación a la violencia y demás cargos, que cualquier abogado penalista puede entender en el marco de ese macabro accionar.
Ahora bien, ¿ que pasa que no surge ni una sola demanda de oficio de parte de las fiscalías, como las hemos presenciado cuando salieron de inmediato contra Ginés González García por vacunar?...por vacunar! ... ¿ distintas varas ?
Si a esta barbarie que fue ejecutada ayer no se le da carátula penal y la responsable, Bullrich, no es detenida, el resultado va a ser la desmoralización de la ciudadanía, la cual siente que estos ataques son cada vez más violentos y desde el aparato judicial no se les pone freno ni penalidades a semejantes demostraciones de vandalismo y subversión.
Lejos de ser como enfoque "libertad de expresión", el armado de esta banda de delincuentes, que estuvo en el poder durante cuatro años, busca desestabilizar, y al no tener, como otrora, a las Fuerzas Armadas a su favor, adoctrinan a una centena de soldaditos con evidentes señales de déficit en lo que respecta a la salud mental, y son quienes armaron y colocaron en la Plaza de Mayo las macabras bolsas.
Es muy, demasiado raro que no haya un solo fiscal que se expida, máxime, con la exigencia de toda la sociedad sobre un castigo ejemplificador por este brutal acto.
Se van a exhibir centenares de documentos repudiando ese grave hecho, pero caerá en saco roto si la responsable, Bullrich, no tiene el castigo que merece.
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